El pasado domingo 4 de junio nos dábamos cita en Caminomorisco unas 500 personas bajo una iniciativa económica, cultural, social y gastronómica, en la que colaboraban sectores sociales muy distintos: gentes diversas de la sociedad civil, ganaderos, empresarios, algunos ayuntamientos…y también la presencia como invitado del Presidente de la Junta de Extremadura Guillermo F. Vara. Entre todos organizamos La Fiesta del Cabrito, un evento destinado a resaltar el valor gastronómico de un animal que siendo lo mejor de nuestra gastronomía se encuentra relegado al papel residual de “subproducto” del sector caprino, cuando deberíamos consumirlo y presentarlo como una referencia de la mejor cocina extremeña. Menos mal que la intervención del Presidente de UNIPROCA dejó bien claro el futuro esperanzador que tenemos para el sector caprino en los mercados internacionales, en el que acabará entrando también el cabrito, pero los extremeños debemos prestarle mucha más atención.
40 canales de cabrito despiezadas y guisadas por la gente que sabe hacer guisos y calderetas de este pueblo jurdano hicieron las delicias de los asistentes; unos expertos catadores de este tipo de canales y otros a los que el acto sirvió para descubrir sus excelencias. Se trataba de hacer una llamada de atención a la sociedad y a la opinión pública extremeña para que valoren y consuman esta carne como única forma de que quienes la producen no soporten las pérdidas que ahora mismo le ocasionan el hecho de que el cabrito esté tan bajo de precio. Y esa llamada de atención se ha producido, sobre todo a través de las Redes Sociales y prensa online, a pesar de la ignorancia y ramplonería de algunos medios de comunicación, que nos distraen con intrascendencias y no saben dar el valor que tiene una iniciativa tan importante como la que ahora comento.
Sin empleo de dinero público de ninguna clase; con el apoyo voluntario de una serie de personas diversas; con la donación de los alimentos realizada por distintas empresas alimentarias extremeñas y con la colaboración de los asistentes al evento mediante un pequeño tiket de 3 euros para sufragar los gastos de organización, hicimos posible un encuentro en el que hubo música popular de tamboriles, buena gastronomía y unos reflexiones breves y bien trazadas por profesionales del sector caprino, de la Universidad, del municipalismo y de la Comunidad Extremeña, que fueron acogidas con satisfacción por todos los asistentes, dejándonos la sensación de que en Extremadura va habiendo interlocutores y promotores de iniciativas inteligentes, que además son capaces de ponerse de acuerdo y abrir cauces de diálogo entre todos, sin que estorbe para ello el sectarismo o las discrepancias políticas a las que tantas veces nos tienen acostumbrados. Tener un grupo de empresas y emprendedores de éxito, innovadores e internacionalizados, que saben combinar la mejor tradición con la tecnología más moderna, abiertos a estos encuentros y colaboraciones, es un lujo esperanzador para una Comunidad pequeña en población como Extremadura, pero grande en territorio. Tenemos las dos provincias más grandes de España; ricas en recursos naturales, como sol (podemos ser los primeros en renovables), agua (la que más costa interior y agua embalsada tiene), tierra fértil, monte y dehesa privilegiados, y una riqueza avifaunística y cultural como no la hay en toda Europa para desarrollar por fases un turismo de excelencia. Con estas realidades debemos quitarnos todos los complejos.
Seguiremos impulsando iniciativas desde la sociedad civil, la pluralidad y la colaboración entre sectores sociales, culturales y económicos diversos en los que nuestras frutas y hortalizas, aceites, vinos, licores, conservas, productos ecológicos y proyectos de energías limpias y turismo verde estén presentes. El Acto de ayer en Las Hurdes nos deja un recuerdo placentero y positivo para emprender otros que sean de utilidad a nuestra tierra. En sucesivas columnas seguiremos hablando y dando información sobre este y otros temas relacionados con él, transmitiendo el saber de nuestras empresas más avanzadas, y de iniciativas como el Proyecto MOSAICO, que están poniendo en marcha la Administración y la Universidad, con la participación activa de los que habitan estas comarcas.
