Ocurrió

Durante las primeras elecciones generales, siendo presidente de una mesa, un policía me dijo: «El Interventor del PSOE ha escondido las papeletas de Alianza Popular que había en la cabina.» Y conforme a la Norma, contesté al tramposo: «Lo incluiré en acta».

Al poco llegan juntos dos cabecillas del PSOE, Jaime Blanco (pronto en la presidencia de Cantabria, caso único, con sede en gran palacio), y Mario García-Oliva P. (nombrado a dedo magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, poco antes compañero mío en el Organismo Unitario para la Autonomía de Cantabria que yo fundé).

Me advierte el García Oliva: «Si te chivas, verás lo que te pasa.» Lo plasmé en acta. Veía claro lo que iba a ocurrir en estos 39 años de partiumcracia, con una Constitución y L.E. donde se discrimina a “regiones” en favor de “nacionalidades”, “foralidades” y “naciones”. El cuento de «la igualdad», vivaquea hasta con nuestra supeditación a asesinos confesos, e independentistas delincuentes. El nacionalismo del hoy “País Vasco” se inventó sustrayendo al cien por ciento la historia de Cantabria quienes desecharon el nombre de vascos durante cuatro siglos para llamarse cántabros.

Ahora, Cantabria, la primera foral, es de tercera, y “País Vasco” de Primera. Esta gran injusticia a la Historia marcó mi rumbo. 

Ángel Montes de Neira Monte