Ciudadanos es el protagonista de casi todos los periódicos de referencia, su posición de partido bisagra le hace tener la sartén por el mango en ayuntamientos de todos los tamaños y en algunas comunidades autónomas. Permítanme vuestras mercedes que hoy dedique mi comentario, más breve que de costumbre, a “El Bisagra”.
Dice el monárquico ABC en su titular de portada que “RIVERA PASA DEL “NO” A SÁNCHEZ AL “YA VEREMOS””. Yo creo que en este titular se resume el papelón que va a jugar Cs en los próximos días. D. Albert es ese personaje al que le gustaría ser en un bautizo el niño, en una boda el novio y en un entierro el muerto, su afán de protagonismo es tan exacerbado como su egolatría.
Se ha pasado la campaña electoral negando hasta la extenuación cualquier posible acuerdo con el PSOE del Sr. Sánchez y, de repente, ha cambiado el “no” por el “ya veremos” y se ha quedado tan “cuajao”. Arrepentidos los quiere Dios…
En Castilla-León donde se llevó al huerto, políticamente hablando, a la ex-vicepresidenta del PP y a la ex-secretaria de organización del PSOE, me da la impresión que acabará entregando la cuchara al PSOE aduciendo seguramente que es la lista más votada aunque, ese mismo argumento no lo utilice en otros lugares.
En Madrid el asunto está más complicado y, aunque el PP ya ha vendido la piel del oso y ha puesto a la Sra. Carmena mirando a Sierra Nevada, es posible que o bien el Ayuntamiento o bien la Comunidad sean moneda de cambio entre D. Albert e “Il bello Pietro”.
En otras comunidades como Murcia y en otros ayuntamientos todo va a depender del grado de protagonismo que adquiera Cs porque de lo que no me cabe la menor duda es que sólo se van a pringar en la gestión si no tienen más remedio. Este es un partido hecho exclusivamente para participar en elecciones y utilizar espléndidamente la verborrea para deleite de parte del pueblo soberano. Gestionar, gobernar lo menos posible, ya han visto como han salido de Cataluña dónde, después de ganar unas elecciones, han pasado completamente desapercibidos y al final su lideresa se ha venido a los Madriles trayéndose su retórica grandilocuente tan aplaudida como carente de utilidad.
Lo dicho, Cs va a ser durante unos días el objeto de deseo de unos y otros, D. Albert está en su salsa dejándose querer e intentando rentabilizar a sus huestes para conseguir ser reconocido como el factótum de la política patria. Lo que no sabe, es que la mayoría de los votos de Cs son votos prestados y, es muy posible, que en próximos comicios vuelvan a sus antiguos dueños si se sigue empeñando en ponerse él por encima de los intereses de España.