El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha manifestado hoy que dimitirá si un gobierno socialista aprueba la explotación de la mina de litio en la Sierra de Valdeflores, aunque ha señalado que confía plenamente en el compromiso del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que siempre ha manifestado, en torno a la mina, que se hará lo que decidan los cacereños.
Ayer en la Asamblea de Extremadura el Partido Socialista votó en contra de la moción presentada contra la mina por Unidas Podemos, la misma moción que contó con el apoyo del PSOE en el Ayuntamiento de Cáceres.
Según Salaya, la moción no salió adelante por un defecto de forma, y señaló que en la Asamblea de Extremadura deberían aprender del modo de proceder que tienen en el Ayuntamiento de Cáceres, donde este tipo de mociones de gran calado llegan consensuadas a los plenos, considerando, posteriormente, que hubiera sido mejor no presentarla hasta haber contado con todos los apoyos para salir adelante.
La situación acaecida ayer, en el Parlamento regional, dijo, puede inducir de manera errónea a una cierta “desconfianza hacia el Partido Socialista”, ya que, en su opinión, la postura de su partido es claramente contraria al proyecto de la mina
El alcalde, que ha estado acompañado de la secretaria general de la Agrupación Local del PSOE de Cáceres y diputada en el Congreso, Belén Fernández, ha insistido en que confía plenamente en el presidente de la Junta de Extremadura, que se ha comprometido a cumplir con lo establecido en el Plan de Urbanismo de la ciudad, y a no adoptar otra figura, como pudiera ser un “PIR” (Proyecto de Interés Regional) para dar luz a la mina.
En el caso de que eso sucediera, “la ciudad de Cáceres dejará de tener un alcalde socialista por una cuestión de pura coherencia, no podría seguir siendo alcalde después de haberme comprometido a evitar por todos los medios este proyecto”, que, además, recordó, fue uno de sus principales compromisos electorales.
El regidor cacereño, que opinó que el proyecto de la mina está “empozoñando” a unos y otros, señaló que es un proyecto que va a morir próximamente, puesto “estando en vigor el Plan de Urbanismo no puede salir, y el plan no va a cambiar ni 4 ni en muchos años” porque, dijo, la mayor parte de los grupos políticos en el ayuntamiento, el PSOE, el PP, Unidas Podemos y los concejales no adscritos están en contra.
Salaya indicó que el proyecto de la mina marcará su final cuando presenten toda la documentación para conseguir la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que, será negativa porque está en contra de los que dicen los planes de urbanismo y de protección, por lo que ha animado a la empresa a dar un paso adelante, a iniciar todo el procedimiento para acabar cuanto antes, aunque cree que su intención es retrasar todos los pasos para poder seguir especulando.
