De topitos y lunares

La primavera no sólo ha traído calidez a nuestras vidas, sino la alegría en un estampado que está más de moda que nunca: los lunares. Esos topitos que lucen las prendas no son algo reciente, sino que se remontan al año 1840 cuando decidieron dar nombre a unas pequeñas manchas aparecidas en los tejidos. Y desde que salieron a desfilar en la pasarela nadie ha evitado caer rendido a sus pies.

Este alegre estampado logró traspasar las fronteras del mundo de la moda y vestir otras telas del mundo político, llegando a convertirse en un símbolo de revolución femenina. Su función no era otra que reforzar el papel en la sociedad de una mujer independiente que reivindicaba su sitio y reconocimiento.

Y, aunque en la actualidad, esta lucha sigue vigente, no se puede prohibir la entrada en el vestidor a unos divertidos topitos que llenan de colorido el tiempo primaveral. Ya sea en prendas como en accesorios ese estampado de aire andaluz ofrece infinitas posibilidades para combinarlo y distintas versiones para vestirlos.

¿La regla de oro? Vestirlos junto con otros estampados o prendas de lunares siempre y cuando se comparta uno de los colores. Pero como se ha dicho al principio, estos circulitos no entienden de barreras, por lo que la propia personalidad es, desde mi propia opinión, la norma a seguir a la hora de llevarlos.

¿Habéis oído hablar del arte del abanico? Hay quienes prefieren los modelos tradiciones y sólo sacaran a pasearlo. Esto pasa con quiénes siguen los modelos tradicionales de fondo negro con topos blancos, un clásico que nunca pasa de moda.

Pero, ¿y si lo abrimos del todo con todo el arte? La personalidad se derrocharía al compás de los que les optan por arriesgar y apuestan por mixes de estampados que también son estrellas esta temporada como las rayas, las flores o los animal prints.

Y no hay que olvidar que no todo el mérito es para las prendas. Los accesorios cobran un papel importante para aquellas personas que todavía intentan resistirse a lucir este alegre estampado en sus looks y lo introducen en pequeños detalles junto con sus prendas básicas. Quién sabe si con el paso del tiempo consigan alcanzar el éxito en sus armarios así como lograron su reconocimiento en 1840.