Desvirtúas mi entereza con tu mirada de hielo, con tus palabras deshacedora de sueños, que desnudan mi alma con tanta facilidad que me aterroriza.
Me desvisto de miedos antes tus palabras cargadas de tensión, de intención, de pasión. Entre las pantallas que nos conectan descargas tu energía, de manera electrizante, erizas mi piel y me dejas navegando en un mar de dudas, adicta a tu atención, a tus vaivenes emocionales que drogan mi falta de cariño, riegan mis traumas y mecen mis miedos, mis complejos. Me haces sentir reina de las mentiras, diosa ante tus ojos ávidos de la fugacidad que nos enmarca con cada palabra, con cada mensaje.
Tras conversaciones banales se esconden los prólogos de nuestras intenciones, nadando siempre hacia una catarata de mentiras, de pasión desbordada que apenas fuga como un hilillo de sangre entre mi boca y tus ojos, entre mis dedos y tus manos que se acunan solos, movidos por los hilos de una fantasía de papel.
Nunca antes así me dejé llevar, victimas los dos de una tensión por el bien hacer, nos convertimos en asesinos de lo correcto, que ansían el éxtasis de lo equivocado, instantáneo, efímero, que deja un perpetuo y agrio regusto. Pero así, como yonquis de la adrenalina momentánea de un affaire torpe con tintes traumáticos de dos retrasados sociales, yo me arrastro mendiga de un cariño nunca recibido, prostituta de palabras amargas pero que regalan un falso marco de seguridad, voy suspirando ansiedad por ti, por mí, por lo ideal, por lo atrayente de lo indebido.
No se ser mejor, ni diferente, ni esa idea perfecta que ansías como un oasis en medio de una vida gris. Déjame ser esa que despierta tu inspiración como tú lo haces con la mía, déjame reírte y respirarte, envolverme en ti para así autodestruirme completamente. Déjate caer en mí, y déjame que yo sostenga mi vida solo por un momento sobre ti, que me apoye durante unas horas sobre ti y sobre tu vida, impregnándome de eso que desprendes, de esa magia y de ese enigma.
Déjame estar, sencillamente, déjame ser, déjame amar, o déjame, solo, déjame.