Es de todos conocido el aforismo que dice “si algo se empieza mal, termina mal”.
Pues aquí tenemos el resultado de negar reiteradamente una evidencia palpable.
El no haber condenado el franquismo o el nacional catolicismo como fascismo, como algo deleznable y condenado ad eternum, el no haber condenado y juzgado en su momento los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en este país, el no haber explicado los motivos y la génesis de la Guerra Civil, el no haber cercenado la corrupción desde el segundo uno, el no haber eliminado de un plumazo los aforamientos, el haber transformado en pública la deuda privada de los bancos, el no haber nacionalizado los bancos rescatados, el haber permitido los desahucios en lugar de atajarlos de raíz y tantas otras cosas nos ha traído a estos elementos de nuevo cuño que se llaman Vox. ¿Y de qué son Voz? Quieren expulsar a los inmigrantes, no aceptan la Ley de Memoria Histórica, están contra la Ley de Igualdad de Género, el movimiento LGTB no está entre sus aficiones. Del Aborto ni hablar. La Familia, la tradicional, Unidad Nacional ante todo y dicen actuar ¡Por España! No me mientan que por España actuamos todos, ustedes actúan por “Su España” que tal vez coincida o no con “Mi España”
Resumiendo: España es una Unidad de destino en lo Universal, Católica, Apostólica y Romana donde el Matrimonio sólo lo rompe la muerte y donde se aceptan con cristiana resignación los hijos que Dios te mande. ¡Sólo les falta recrear la Sección Femenina!
Es curioso el resurgir de estos populismos ultranacionalistas centralistas y muy conservadores en todos los aspectos. ¿Conocen Ustedes a Alexander Duguin?
Por ponerles en antecedentes, le han llegado a denominar “el Rasputín de Putin” Bolchevique reconvertido, es el padre de la llamada “Cuarta Teoría Política”.
Hombre increíble que habla 15 idiomas, filósofo y asesor de Putin, impulsor del neo-eurasianismo
y autor de varias obras entre las que destacan Fundamentos de Geopolítica (1997) y La Cuarta Teoría Política (2009). Este converso es Cristiano Ortodoxo practicante, partidario, como ya he dicho del neo-eurasianismo, de un Estatalismo Centralista, defensor de la pertenencia a una Raza, partidario de las tradiciones, poco amigo del Islán y contrario, a lo que el denomina “El lobbi Gay”.
¿No les resultan similares las posturas de Vox y las defendidas por Duguin? Les recomiendo leer la Cuarta Teoría Política. Pueden encontrar una versión en formato pdf en Internet.
No olviden que la Rusia de Putin ha estado potenciando intereses y trasteando por la política Europea y Estadounidense desde hace tiempo, sólo tienen que recordar los líos de Trump y las filtraciones del Kremlin. El Señor Duguin, defiende los populismos ultraconservadores de Polonia o Austria. Aquí les dejo un botón de su pensamiento:
Dugin: Durante mucho tiempo, los liberales criticaron ideológicamente al comunismo y al fascismo por este totalitarismo mientras se presentaban a sí mismos como portadores de la libertad. Lo eran, pero sólo en relación con el fascismo y el comunismo. Tan pronto como el fascismo y el comunismo desaparecieron, sólo quedaron los liberales. Y de repente, bastante curiosamente, se convirtieron en los representantes de una tercera forma de totalitarismo. Y dicen lo mismo que los comunistas y los fascistas: si eres liberal, entonces tienes derecho a ser quien tú quieras en el marco del liberalismo y la democracia. Si estás fuera del liberalismo y la democracia, entonces eres un extremista peligroso, un fanático, un terrorista…
El liberalismo de hoy está tan podrido por dentro que ahora es bastante fácil descartarlo, porque él mismo ha reconocido el progreso, la libertad y el desarrollo como ficciones absolutas. El liberalismo ha reconocido que es una especie de particular enfoque totalitario. Detrás de todas estas ideas de liberación, libertad, igualdad, individualismo, etc., no hay otra cosa que la voluntad de poder.
De hecho, aquí surge la Cuarta Teoría Política. Si analizamos más a fondo lo que proponemos en contra de esta globalización y del liberalismo, si proponemos, desafortunadamente, el comunismo de la segunda teoría política o el fascismo de la tercera teoría política, entonces no podemos proponer nada más contra el liberalismo.
No estoy para nada de acuerdo con Vox más que nada por su sesgo autoritario y de verdad absoluta.
Defenderé su derecho a expresarse libremente y a estar representados en las instituciones si salen elegidos pero espero una justa correspondencia cuando yo argumente en su contra.
El problema no es Vox, el problema es que alguien se crea las cosas que dicen.
