Después de uno de los periodos electorales más largos de nuestra democracia, el pueblo soberano ha manifestado con su voto por quien quiere ser gobernado en el estado, las comunidades autónomas y los ayuntamiento. Ahora toca hacer efectivo lo elegido y no parece que vaya a ser fácil visto lo variopinto de nuestro mapa electoral. Me van a permitir, los que tienen la caridad de leerme, que dedique mi comentario de hoy a manifestar mi opinión sobre ese conglomerado de posibles acuerdos, componendas, compromisos, conciertos y apaños a los que, “por el bien del personal”, van a llegar los partidos políticos a los que los españolitos de a pie han tenido a bien otorgar su confianza.
El próximo gobierno de España estará, salvo cataclismo, en manos del PSOE, partido que ha contado con el beneplácito de millones de ciudadanos por razones que resultan difíciles de entender. Su S.G.D. Pedro Sánchez ha cautivado con milongas, trolas, cuentos y patrañas a unos ciudadanos que no quieren oír hablar de nada que no sea de un estado paternal aunque sea a costa de perder derechos individuales y de apostar por el pan para hoy sin que importe que se convierta en hambre para mañana.
El PSOE necesitará sin embargo la colaboración de otros partidos a los que deberá convencer de que le apoyen en la sesión de investidura. En principio no parece que vaya a haber problema pues, debe contar con la aquiescencia de la extrema izquierda patria con Podemos a la cabeza, de los independentistas camuflados como el PNV, de los secesionistas de barretina y de los filoterroristas. Incluso, si hay algún trueque con algún gobierno autonómico, no hay que descartan la abstención de algún que otro partido regionalista. Lo lógico, a pesar de los cantos de sirena de nuestro apolíneo futuro presidente, es que Cs, PP y VOX voten en contra pero, yo de D. Albert y sus muchachos no me fío un pelo. Algunos de ustedes pensarán que lo mismo ERC u otros secesionistas no van a tragar sin contrapartidas previas pero, créanme si les digo que, salvo que la investidura este muy clara, no se van a exponer a una muy hipotética repetición electoral.
La gobernabilidad, sin embargo, en algunas comunidades autónomas y ayuntamientos está bastante más complicada, la división del voto de centro-derecha y una Ley Electoral a todas luces descabellada e insensata ha traído como consecuencia que sea difícil llegar a acuerdos y que en lugares importantes el posible gobierno esté en manos de partidos que, aun que han sido votados por una minoría, son la llave para la gobernabilidad.
Cs es uno de esos partidos que más tiene que decir en este aspecto pero, su ambigüedad ideológica y el afán de protagonismo de su petimetre líder está llevando de cabeza a unos y otros. Votar a un partido que no es ni carne ni pescado y que se conforma sólo con la apariencia, tiene estas consecuencias. Cuando en el fondo no se quiere gobernar y sólo se pretende tener notoriedad sin pringarse uno se puede esperar cualquier cosa.
En Extremadura las ciudades de Cáceres y Badajoz me temo que van a tener por delante, ocurra lo que ocurra, una legislatura bastante complicada. Cs da la impresión que lo que quiere es justificarse independientemente de la decisión que adopte. Sus reparos para llegar a acuerdos con VOX son más publicitarios que ideológicos, es bastante más peligroso para esta comunidad pactar con la extrema izquierda podemita e incluso con el PSOEX que, ha convertido a Extremadura en un erial económico y va por el camino de acabar con los servicios públicos de calidad. No sé el poder que tiene D. Cayetano para decidir aunque, haga lo que haga, nos esperan, a los que creemos que esta Comunidad no se merece vivir del subsidio permanentemente, cuatro añitos de aúpa.
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