Pido perdón. Porque ya desde el principio de los tiempos el azar marcó mi destino, desde que un espermatozoide XY fecundo el óvulo de mi madre convirtiéndome en una futura niña, chica, mujer...
Pido perdón. Por mi asignado color rosa, mis lazos en las coletas, mis vestidos largos y mis faldas de cuadros a juego con los leotardos. Por mis muñecas, mis cocinitas llenas de pequeña ollas, mis gomas elásticas de saltar y mis latas repletas de santos a los que darle la vuelta.
Pido perdón. Por mi primera mancha rojiza en mi ropa íntima, por mi dolor de barriga, por parecer mujer siendo niña. Por mi carpeta forrada de ídolos, mis llantos incomprendidos y mis alegrías descontroladas. Por la pubertad latente y creciente de mi cuerpo y las hormonas que en él mandan.
Pido perdón. Por enseñar mis bonitas piernas a través de la falda corta, por lucir escote con mi blusa ajustada, por marcar culo con el pantalón que lo realza. Por mis labios rojos, mis uñas rosa, mis rizos postizos y mi pelo liso tras la plancha.
Pido perdón por irme de marcha, por beber mucho cuando se espera que lo haga poco. Por tener muchos novios y ser una "puta", por no tenerlos y que parezca una monja. Por no cumplir con el reloj de a las doce en casa como una obligada Cenicienta. Por ir sola de madrugada y parecer que voy pidiendo tema. Por tener que sentir miedo aunque no quiera tenerlo e involuntariamente apriete las piernas.
Pido perdón. Por trabajar fuera de casa y por trabajar dentro. Por ser madre de teta, de biberón, de dormir con mi bebé en la cama u optar por la cuna. Por vivir la maternidad sola o acompañada. Por sentirme torpe en mi momento más feliz y vulnerable, por no ser la única sabia cuando por primera vez soy madre.
Pido perdón. Por mi boda, mi convivencia sin papeleo de por medio, mi separación y mi divorcio, por tocarme llorar al marido muerto.
Pido perdón. Por considerar que mi pecho y mi vagina no es un obstáculo para cobrar menos por realizar el mismo trabajo.
Pido perdón por todo y por más que tal vez se quede en el tintero.
Y pido perdón no porque quiera ni necesite ser perdonada, es que simplemente por el simple hecho de nacer y ser mujer, hace que lo parezca.
