En el otro extremo se encuentran Barcelona, Madrid y Valencia, que son las ciudades menos favorables para circular por carretera, debido a que cuentan con una elevada densidad de trafico y de poblacion, así como con altos índices de siniestralidad.
El informe ha tenido en cuenta los datos de las 50 capitales de provincia, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En cada una de ellas se han analizado seis aspectos que influyen en la conducción: la densidad de población, el número de vehículos por kilómetro, la cifra de víctimas mortales en carretera, el numero de días por debajo de cero grados, el volumen total de precipitaciones y el precio del seguro de coche.
Para determinar cuales son las mejores y peores ciudades para conducir se ha calculado la diferencia que hay respecto a la media nacional en todas las variables. Esos porcentajes se han sumado y se han dividido por el numero de variables analizadas en cada caso.
Tras estos cálculos, Barcelona lidera el ranking de las peores ciudades españolas para conducir, seguida de Madrid y Valencia como las ciudades donde conducir es menos seguro y confortable. Tampoco están bien situadas en esta clasificación, A Coruña, Cádiz, Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Santander y Sevilla.
Para la portavoz de seguros de Kelisto.es, Celia Durán, en este análisis se refleja que las grandes ciudades "son las que resultan menos cómodas" por "las prisas y los atascos" que "provocan mayor nerviosismo en los conductores y, en ocasiones, hacen que no se cumplan ciertas normas, como mantener la distancia de seguridad o respetar las señales".
En el lado opuesto de la lista, además de Santa Cruz de Tenerife, Almería y Cáceres, también se encuentran: Castellón, Huelva, Jaén, Logroño, Zamora y Badajoz.
Badajoz está entre las ciudades con el precio del seguro más barato de toda España, 176 euros, empatada con Albacete, Ávila y Barcelona.