Woody Allen tomó el micrófono y se dirigió en varias ocasiones a las personas asistentes al concierto, entre los que estaban el presidente del Gobierno extremeño, Fernando Manzano, presidente del Parlamento de Extremadura, Francisco Javier Fragoso, alcalde de Badajoz, y Víctor del Moral, consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, y otros cargos públicos. En primer lugar le deseo que disfrutase con el jazz, pues sus amigos y él mismo también disfrutan tocando jazz. Y ese mensaje llegó hasta las butacas. A Woody Allen se le vio cómodo durante todo el concierto y, al final mostró su agradecimiento. Se despidió diciendo que estaba cansado -tiene 79 años-, que debía tomar el avión, que había actuado el día anterior en Mónaco y que le esperaba otro concierto en Barcelona, su segunda y última actuación en España, y dijo que tal vez vuelva.
Las entradas para este acontecimiento cultural nunca antes visto en Extremadura -la presencia de un artista norteamericano de primera talla mundial y súper popular actuando de cara al público- se agotaron una hora y diez minutos después de haberse puesto a la venta y el Palacio de Congresos de Badajoz estaba abarrotado.
RECEPCIÓN Y REGALOS
Woody Allen llegó por la tarde, con su familia, en su avión privado, al aeropuerto de Badajoz. Antes del concierto el director de cine, actor, clarinetista e intérprete de jazz fue recibido en un acto institucional por José antonio Monago, presidente del Gobirno de Extremadura, y por Francisco Javier Fragoso, alcalde de Badajoz.
Para el presidente José Antonio Monago es "un honor" que Allen haya accedido a tocar con su banda en la región, pues su concierto "se proyecta desde Extremadura para todo el mundo".
Añade Monago que Extremadura "quiere abrirse al mundo" con este tipo de actividades. "Como no podía ser de otra manera", lo hace "de la mano de la cultura", porque el Ejecutivo autonómico, ha añadido Monago, la apoyará "siempre ante quien haga falta", ya que la cultura "no solo alimenta el alma, sino la cuenta de resultados de los pueblos que la promueven", según recoge la agencia Europa Press.
Monago hizo hincapié en que el pueblo extremeño "siempre" ha estado "muy vinculado" a su patrimonio, a su historia y a la cultura, y que "muchos" ejemplos de ello, se conocen "dentro y fuera" de la región, tales como el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el Womad de Cáceres o el Festival Contempopránea de Badajoz.
El presidente extremeño se dirigió a Woody a Allen para desearle que su estancia fuera "agradable" y que le dejase "un buen sabor de boca", no solo por los alimentos "excelentes" que tiene esta tierra, sino por el carácter "de brazos abiertos" de los extremeños.
El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, afirmó que su ciudad estaba "encantada" con la presencia del director y artista por la "proyección" internacional que representa, por lo que significa poder disfrutar de su música, así como por lo que "aporta" a la cultura.
Durante la recepción, el presidente Monago le entregó al artista norteamericano una reproducción de la pieza romana, un relieve de mármol, conocido como el 'Árbol de la vida', que se encuentra en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, así como de un informe en inglés sobre Extremadura. El Ayuntamiento de Badajoz le entregó un libro con información de la ciudad, patrimonio, monumentos e historia.
El de Allen será el primer 'Concierto Institucional de Fin de Año' que organizará el Gobierno de Extremadura con la colaboración de Caja Rural de Almendralejo y el Ayuntamiento de Badajoz, en este caso, pero que nace con una vocación itinerante ya que en los dos próximos años se celebrará en las ciudades de Mérida y Cáceres.
Tras el concierto de Woody Allen y la New Orleans Jazz Band comenzó la segunda parte del espectáculo, con la actuación de la artista extremeña Mili Vizcaíno y su grupo, Mili Vizcaíno Quartet. El concierto de los artistas extremeños tuvo lugar en una de las salas de acceso al Palacio de Congresos, mientras al público se le servía una copa de cava extremeño.