Monago, inocente

Por motivos como este tenemos en España una justicia lenta y pesada ya que en ocasiones nos obcecamos en denunciar hechos que no tienen fundamentos ni razón de ser y que hacen funcionar a la administración a pasos de tortuga.

Hace unos meses gran parte de la oposición cuestionaba los viajes que con cargo al Senado realizó el presidente de Extremadura, José Antonio Monago. Algunos no solo cuestionaron sino que apuntaron con el dedo acusador al presidente extremeño como si éste hubiera cometido un asesinato, pidiendo su cabeza.

Esto demuestra que, además del propósito de dañar la imagen de Monago incluso metiéndose en su vida privada y personal, aquellos que nos han gobernado y los que pretenden gobernarnos, no conocen las reglas del juego que ellos mismos aprobaron.

El Senado da carta blanca a traslados dentro del territorio español, por lo que los viajes de Monago no pueden ser objeto de una investigación penal y la Fiscalía dice en su informe que los viajes del presidente extremeño están dentro de la legalidad, aunque algún viaje lo hiciera de carácter personal, porque las normas les permiten viajar lo que consideren oportuno.

Esto lo podía hacer Monago siendo senador y hasta no hace mucho, lo hacían todos los senadores y senadoras de todos los partidos políticos. Monago reconoció 16 viajes de trabajo a Canarias a cargo del Senado, la mitad de lo que sus opositores y detractotes decían y pagó otros 22 vuelos de carácter privado de su bolsillo. Lo de los viajes ha sido un acto ruin y barriobajero en política, cuyos objetivos eran dos: el primero, atacar y desprestigiar la imagen de Monago como político y otro aun peor, destrozar la vida personal.

Porque aquellos que salieron a la palestra hablando tantas y tantas barbaridades sobre prevaricaciones supuestas, nunca pensaron en la familia del Presidente. Y no todo vale en política. Lo escribí en una ocasión y lo vuelvo a hacer ahora; cuando una persona viaja por trabajao y tiene tiempo libre, lo puede dedicar a lo que le dé la gana porque lo hacen todos los políticos sin excepción: una copita, un café, una comida, comprar regalos, algo de ropa, ver un espectáculo.

Y aunque esta resolución viene por la denuncia del abogado pacense Felipe Manuel Martín Romero y la de PREX-CREX, lanzo una pregunta para aquellos senadores, diputados del Congreso y de la Asamblea que avivaron el debate y especialmente al secretario de Organización del PSOE, César Luena, que ha asegurado que José Antonio Monago está "invalidado para ser un servidor público decente": ¿a caso ustedes no han aprovechado algún viaje para hacer algo personal en su tiempo libre?. Con el cuento a otra parte. La ciudadanía no es tonta.