Dentro del dispositivo estarán los más de 30 agentes de la Guardia Civil, que colaborarán ese día con la Policía Local, efectivos de Protección Civil y seguridad privada, y que velarán, no sólo por mantener el orden público, sino también por garantizar la seguridad vial ya que se espera la presencia de unas 8.000 personas.
Este año se incidirá además en los controles el tráfico, ya que, muchas de las personas que participan en la fiesta son estudiantes que se desplazan desde Cáceres, tanto en autobuses como en vehículos particulares.
La tradición de la fiesta data del siglo XIX, cuando los quintos iban por las casas pidiendo comida. Los vecinos les daban patatera, que era lo más económico y ellos hacían una gran fiesta en la plaza del pueblo comiendo patatera y bebiendo vino.
En el siglo XX se abandonó esta fiesta, y tras ser recuperada en 1985 con la participación de unas decenas de personas, ha ido creciendo hasta las 8.000 personas que anualmente participan a día de hoy, una cifra que duplica a la población de la localidad.