Más colaboración y menos embarrar
 | | 9 de Marzo | 13:09
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Llevo unos días dándole vueltas al enfoque de este artículo; chocan dos aspectos que en la vida está visto no encajan, lo humano y lo político, mejor dicho, nos encargamos todos y cada uno de nosotros que no encaquejen, o más aún, hay algunos que son especialistas en hacer que ese engranaje que debería ser perfecto no funcione.
El gran político es el que se sienta en su sillón y no pierde el norte, no pierde la perspectiva del entorno, con cabeza, alma y corazón trabaja por el pueblo y para el pueblo, para él mismo, porque él también es un ciudadano más y porque hoy está en ese lado y mañana en el otro. Ése es el que tiene que encandilarnos y es posible que lo humano y lo político formen un binomio perfecto porque a nuestro alrededor tenemos ejemplos.
Y dirán que a qué viene esta reflexión entre lo humano y lo divino, pero es lo que en estos días estoy viendo y sé que hay muchos que también lo están sintiendo así. Todo se debe a las declaraciones, seguro nos esperan más porque volvéra a la zona acompañado de miembros de su ejecutiva, del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, diría que desafortunadas, malintencionadas, de mal gusto y mil cosas más. Uno puedo no estar de acuerdo con la forma de hacer y ver de los demás pero la compostura y hablar bien nunca se deben perder, es más, no por ser peor hablado que el otro lo hacemos mejor, pensamos más en los demás y nadie nos gana en el interés por el resto. No señor Sánchez, así no, y creo que usted tiene la inteligencia suficiente para darse cuenta que las cosas no se hacen así.
Hemos asistido a uno de los peores desbordamientos del río Ebro, por degracia el número de afectados es tal que cuando veo las imágenes aún no consigo reaccionar, doy gracias a Dios porque las personas están bien y como ellos pienso en su futuro porque viven de sus campos ahora anegados y viven en unas casas embarradas. Esa es la realidad, es verdad, nadie puede negarlo, ni obviarlo, pero también existe otra realidad, la del trabajo, las autoridades están haciendo su trabajo, sí, aunque algunos se empeñen en negarlo, aunque algunos lo maquillen para que se vea todo lo contrario, aunque algunos desformen la realidad, se está trabajando porque antes de políticos son personas que sientes, sufren y piensan como los demás, personas que intentan acelerar el proceso de ayudas todo lo posible. Y si lo vemos desde la otra perspectiva como muchos lo hacen, meros políticos, nada humanos como decía al principio, pues también quieren solucionar lo ocurrido, aunque así no funcionan, me consta.
Puedo llegar a entender la frustación al estar en el terreno y encontrarse con un panorama desolador, comprender incluso el mal humor, hago un ejercicio de abstracción y lo llego a entender, pero desde luego las palabras no, recordemos algunas de las cosas que dijo el señor Sánchez: “He venido a denunciar la falta de prevención y de coordinación del Gobierno de España, del autonómico y de la Confederación del Ebro”. “Necesitamos un gobierno que coordine y que no se encierre en la Moncloa”. “Desgobierno”, “irresponsabilidad”. Pero la perla de todas las perlas fue: “¿Qué coño tiene que pasar para que Rajoy deje la Moncloa y baje al barro?”. ¡Toma ya! ¡Ole ahí! Repito que puedo llegar a entender la frustración, pero esas no son las formas de expresarla, es más, no son formas. Uno llega allí vestido para la ocasión, tema muy comentado por todos, se sube a un terraplen y suelta eso, como si hubiera sido iluminado en ese momento. Luego no faltan los coristas que terminan sus frases o añaden aquello que puede habérsele olvida a su líder, hablando por ejemplo de que Sánchez no ha necesitado subirse a un helicópetero para ver lo ocurrido. Pues que le vamos a hacer, los ministros que han ido han considerado oportuno hacerse mejor una idea desde la perspectiva aérea, cosa que creo no es criticable, ya es sacarle tres pies al gato.
¿Qué sería lo ideal? Coincidiremos todos en que el Ebro no se desboradara, pues quizás hay que buscar las soluciones pertinentes para evitar en la medida de lo posible que vuelva a ocurrir, no se pueden borrar años atrás, pero si pensar en el futuro porque nos puede pasar a cualquiera en cualquier lugar, la naturaleza es así de peligrosa y caprichosa, bella pero peligrosa. Son muchas las partes que tienen que sentarse, no nos centremos en los políticos, afectados y ecologistas también, plantear sus perspectivas de la situación y aunar posturas, todos, porque hay quienes se cierran en banda y no se dan cuenta que peligran las personas, la clave de todo esto.
Seguro que hay quien piensa que yo aceptaría las formas un tanto así de otros políticos, pues no, siempre he dicho, sean del signo que sean, que en eso no hay que caer nunca, ni en palabrotas ni en burradas. Repito, no por más malas palabras eres más guay y estás a la moda, no; no por ser más bruto, no brutote, eres más guay, no. Cuando uno tiene una imagen pública ha de guardar la compostura porque todos sabemos decir cualquier palabra, todos nos mosqueamos pero no todos abrimos los telediarios.
Y como dijo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dejemos de embarrar y trabajemos juntos, que es lo que hay que hacer. Por cierto, dos han sido los ministros que han estado en el área, dos, y el presidente tenía ya previsto ir cuando Sánchez fue iluminado por el sol primaveral, el viernes se reunió con las autoridades pertinentes, con los alcaldes de los pueblos afectados, visitó la zonas y llevó consigo lo acordado en el consejo de ministros, fue con los deberes hechos. Sánchez parece no darse cuenta que él es líder de la oposición y no el presidente.
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