Álvaro Jaén Barbado, candidato de Podemos a gobernar Extremadura, es lo nunca visto. Al menos por estas tierras. Habla continuamente de abrir puertas y ventanas, que es lo primero que se hace cuando se llega a una casa que se visita poco. Pero no sólo quiere ventilarlo todo, es que lo pretende hacer de un modo peculiar.
Por ejemplo, según un escrito que ha distribuido su equipo de campaña, el candidato de Podemos a la Presidencia de Extremadura, ha empezado la semana reuniéndose con expertos para elaborar una "alternativa económica a tanto despropósito" de anteriores gobiernos en esta materia.
Acompañado de los candidatos por Badajoz, Jara Romero y José Luis Murillo, Álvaro Jaén se ha entrevistado en la capital pacense con varios profesores de Economía de la Universidad de Extremadura y expertos en el área (entre ellos Jesús Pérez Mayo, Lydia Sánchez de Gómez y Agustín Franco Martínez).
Consultar a los que saben está muy bien, pero a ver, don Álvaro, esas consultas ¿no tendría que haberlas hecho usted antes? A las campañas electorales se llega ya con las consultas realizadas, con el programa electoral hecho, con las medidas bien medidas, sopesadas, perfectamente redactadas y hasta impresas. Esto de consultar a los expertos en plena campaña electoral y en un asunto tan importante, y tan antiguo, como es la economía, no parece muy serio, don Álvaro. Que usted quizá sólo se juegue la barba, pero Extremadura se juega mucho más en estas elecciones. Estaremos atentos a lo que de de sí su consulta a los expertos.
PEDRO SÁNCHEZ HACE LA GUERRA POR SU CUENTA
Don Pedro Sánchez, todavía aspirante a ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno de España, lo tiene claro. Con el PP y con Bildu, el PSOE no pactará. ¿Por algún motivo en particular? No. Porque son el PP y, salvando las dostancias, Bildu. Demasiado para el PSOE. No puede con ellos.
Don Pedro, mire, su actitud es ilógica y antidemocrática. Una cosa es que no esté usted de acuerdo con posturas concretas del PP y de Bildu en temas municipales o autonómicos, y no las acepte, y otra muy diferente es que usted pretenda, de antemano y como postura personal, cavar una trinchera guerracivilista y hacerle el corralito a dos partidos tan legítimos y bendecidos por el ordenamiento jurídico vigente como el PSOE.
Es usted un incoherente, don Pedro Sánchez. Pacta usted con don Mariano Rajoy, a la sazón, presidente del PP, un plan antiterrorista para todo el Estado y vuecencia se niega a pactar un gobierno municipal. No quiere usted pactos de gobierno con el PP en las comunidades autónomas, y está vuecencia mendigando que el PP se abstenga y permita la investidura de doña Susana Díaz en Andalucía. Don Pedro, nos interesa muchísimo saber de una vez por todas si es usted un hombre de Estado o sólo está usted a lo que le interesa en cada momento.
CAMPAÑA ACCIDENTADA
Vaya por delante mi respeto a las víctimas y mis condolencias y apoyo moral a los dolientes, pero una campaña electoral debería estar al margen de los accidentes, de avión, de tráfico, laborales o de lo que sea. Siempre que no afecten directamente a los participantes en la campaña. Es decir, si quien iba a dar un mitin sufre un accidente, parece lógico que no pueda darlo. Pero si el accidente no impide que se dé el mitin, ¿por qué se suspende?
Una campaña electoral no es una diversión. Se hace para informar al electorado y para recabar su apoyo. No es una falta de respeto mantener la agenda electoral a pesar de los accidentes. A mí al menos no me lo parece. Ni a mí, ni a los policías, ni a los informadores, ni a los camioneros, ni a los panaderos ni a tantísima gente como, cada día, lamenta la pérdida de alguien, a veces de alguien cercano, y sigue trabajando, porque la vida debe continuar.
Otra cosa es que se crea que las campañas electorales son innecesarias y que se puede prescindir de ellas. Yo lo creo también. Creo que las campañas electorales son innecesarias, largas, caras y están anticuadas. Pero miren ustedes, señores jefes de campaña y señores jefes de los jefes de campaña, es lo que hay. Y hay que estar a lo que se está: que hay campaña electoral, a la campaña; que no la hay, a lo que haya.
Si cada día hubiese un accidente grave, cosa que resulta más posible que imposible, podría darse el caso de que llegásemos todos ante las urnas después de haber asistido a numerosos funerales y a ningún mitin.
No se suspendió la votación por los atentados del 11-M, en los trenes de Madrid, y, sin embargo, por un lamentable accidente laboral, en Sevilla, se suspende la campaña electoral. Si se hace por respeto a las víctimas, que se emplee el mismo respecto con el electorado y con el contribuyente y se suspendan las campañas electorales para siempre. Con un buen reparto de folletos y dos debates en radio y televisión estaríamos todos mucho mejor informados.