Ha vuelto. O, seguramente, nunca se había ido. El caso es que ha reaparecido con sus cosas de siempre. Genio y figura. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que presidió el Gobierno de Extremadura durante 24 años y no sacó a la región del subdesarrollo, sigue en la carrera electoral. Ahora va en carreta.
El exsupremo continúa de mitin en mitin por caminos y carreteras secundarías, pues las carretas no pueden circular ni por las vías ni tampoco por las autovías, a pesar de que algunas de las autovías que hay en Extremadura las construyó Ibarra o se iniciaron durante sus 24 años de mandato.
En un acto electoral que ha tenido lugar en Valverde del Fresno, Ibarra ha comparado tanto el programa electoral del Vara, aspirante, como al del Monago, presidente, con sendas carretas. Es una minusvaloración de ambos programas, pero es inútil esperar que Ibarra valore lo que hacen los demás. Y menos aún lo que hace Vara.
Podría haberlos comparado con dos automóviles eléctricos, o al menos con dos vehículos híbridos o, incluso con sendos utilitarios de gasolina, pero no: los ha comparado con dos carretas.
No se sabe si arrastradas por bueyes o por mulas. ¡Arre! Pero carretas al fin y al cabo, maquinaria agraria que ya es difícil de encontrar hasta en los museos.
¿También podría haberlos comparado con dos remolques de tractor? Podría, pero no se le ha ocurrido.
Según Ibarra, la carreta de Vara está llena, de ilusiones, y no hace ruido. En cambio, la carreta de Monago, está vacía y sí hace ruido.
En ese mismo mitin ha dicho Ibarra que a él no le gusta la Fórmula 1, porque en los coches de carrera, de Fórmula 1, sólo cabe uno, y él es más partidario de viajar en autobús, que aunque circula más despacio que un fórmula uno admite más pasajeros y todos pueden ir juntos y llegar al mismo tiempo. Y lo ha dicho el presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el conductor que más tiempo ha estado a los mandos de Extremadura y que menos ha compartido el volante.
Es decir, que Ibarra se ha bajado de la parte de atrás del autobús al que, para supervisar tanto al conductor Vara, como a los pasajeros inquietos, se subió cuando se le acabó el ‘Fórmula Yo’, se ha subido en dos carretas e, inmediatamente, ha vuelto al autobús, despreciando de paso a la Fórmula 1, que algo tendrá bueno cuando más de medio mundo se pelea por tenerla en casa.
¿Ibarra se ha referido en ese mitin en Valverde del Fresno al tren de alta velocidad, vulgo AVE? Lo más probable es que no, porque las agencias no dan cuenta de ello.
¿No ha hablado Ibarra del AVE, porque no le gusta, a pesar de que es mucho más rápido, más seguro y capaz de llevar a gente ‘juntita’ que el autobús? No se sabe, porque las agencias no hablan de ello.
¿No se ha referido Ibarra al AVE porque es mucho más listo que todos sus compañeros de viaje y sabe perfectamente que mentar el AVE en Extremadura es como mentar la soga en casa de Zapatero? No se sabe, pues las agencias no dicen nada de ello.
¿No ha mentado el AVE extremeño porque es la madre de todas las carretas, tan antiguo como cualquiera de ellas, con más ruido y menos nueces que todas las carretas juntas, y desde luego, con muchísima menos velocidad que la carreta más lenta que haya circulado alguna vez por Extremadura? No se sabe, pues las agencias no mencionan el asunto.
Pero es muy posible que no hable del AVE porque todavía lo esté esperando, pues el PSOE, con Ibarra de jefe de estación, anunció allá por el 2006 que el tren AVE, procedente de La Moncloa, haría su entrada por la vía socialista en el año 2010, y parece que lleva algo de retraso, pues estamos en el segundo trimestre del 2015, de la era Cristiana, una era menos en la canariera de Zapatero, y el pájaro aún no asoma el morro.
Lo mismo que el Aeropuerto internacional de Cáceres, otro proyecto socialista de altos vuelos, anunciado y apadrinado por Ibarra en la Asamblea de Extremadura, que aún no ha aterrizado. En este caso, seguramente sea por la niebla.
Señor Ibarra, no sólo tiene usted la obligación sino todo el derecho del mundo a defender y hasta a alabar la carreta de Vara, que debe tener los ejes ‘bien engrasaos’ y por eso no hace ruido, pero por favor, tenga usted al menos un poquino de consideración con los extremeños que llevamos casi un decenio esperando que el AVE, su AVE, el de usted, el de Vara y el de Zapatero, llegue a Extremadura. ¡Arre, vaaaaca, con la carreta!
