Lo bueno que tienen las elecciones es lo mucho que se aprende antes, durante y después del durante.
Por ejemplo, acabamos de aprender que doña Victoria Domínguez, primera candidata de Ciudadanos a presidir el Gobierno de Extremadura, es humana y, a veces, flojea en leyes. Y eso que es experta en Derecho.
Dicen las noticias que ha dicho doña Victoria Domínguez que, en cuanto la dejen, hará una ley “que controle las inversiones” de los gobiernos en funciones.
Esa ley está hecha y se encuentra en vigor, doña Victoria. Se llama ‘Ley 4/2015, de 26 de febrero, de Regulación del Proceso de Transición entre Gobiernos en la Comunidad Autónoma de Extremadura’.
El correspondiente proyecto de ley fue presentado por el Gobierno de José Antonio Monago y aprobado por el Parlamento regional con mayoría absoluta, gracias a los votos del PP, de IU y de PREX-CREX. El PSOE se abstuvo. Ocurrió hace muy poco, en febrero de este mismo año.
Es la primera ley de este tipo que se aprueba en España y precisamente comenzará a aplicarse a partir del domingo; es decir, desde el lunes 25 de mayo del año 2015, festividad de san Cristóbal y de san Gregorio.
En una comparecencia ante los periodistas, en Plasencia, se ha quejado doña Victoria de algunos de los acuerdos que ha tomado últimamente el Gobierno de Monago por considerar –ella-, que al haberse convocado las elecciones, el Ejecutivo que preside José Antonio Monago está “en funciones”.
Se equivoca usted, doña Victoria. Craso error el suyo. El Gobierno de Monago, y cualquier otro gobierno, no se encuentra ‘en funciones’ hasta que se celebran las elecciones. Un gobierno entra en funciones por renuncia o pérdida irreparable de su presidente o por la celebración de elecciones. No por la convocatoria de los comicios, doña Victoria. Por su celebración.
Lo dice el artículo 101 de la Constitución Española:
“1. El Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente.
“2. El Gobierno cesante continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno.”
Y lo remacha, como no podía ser de otro modo, el artículo 30 del vigente Estatuto de Autonomía de Extremadura. (Ley Orgánica 1/2011, de 28 de enero, de Reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma de Extremadura.)
“Artículo 30 Otras causas de cese del Presidente
“El Presidente, además de por la aprobación de una moción de censura, cesa por la celebración de nuevas elecciones y por dimisión voluntaria presentada por escrito al Presidente de la Asamblea. En estos dos casos, el Presidente cesante continuará desempeñando su cargo en funciones hasta la elección de quien haya de sustituirle.”
Así que cuando usted, doña Victoria Domínguez, primera candidata de Ciudadanos, dice que las últimas inversiones anunciadas por el Gobierno que preside el señor Monago, don José Antonio, constituyen acciones “vergonzosas” y añade que si "ocurriera en cualquier otro país de Europa" en periodo electoral "al día siguiente tendrían que dimitir", se equivoca, señora Domínguez. Estoy convencido de ello. Se lo digo con total humildad.
Cuando el Gobierno de Monago aprobó la inversión de "15 millones para el hospital de Cáceres" o "más de 30 millones que se acordó (sic) hace menos de 48 horas que se acordó (sic) invertir en el campo y la ganadería", como especifica usted, el Ejecutivo regional estaba perfectamente legitimado para aprobar esas inversiones.
Y, fíjese usted, si el Parlamento de Extremadura no se hubiese adelantado, allá por febrero, a la iniciativa legislativa que usted anuncia en el último día hábil de campaña electoral, el Gobierno de Monago hasta hubiese podido tomar esos acuerdos estando ya en funciones, como hizo en su momento el Gobierno de don Guillermo Fernández Vara con otros asuntos que no merece la pena enumerar, pues al señor Vara ninguna ley se lo impedía. A Monago sí se lo impide una ley promovida y hecha..., por Monago.
Bien sabe usted, señora, que una cosa es el Derecho positivo y otra la ética.
Esa sutil diferencia entre lo que es delito y lo que no parece ético es lo que le permite a usted, doña Victoria, con total legitimidad, desde luego, encabezar la lista de Ciudadanos, que es una fuerza política, y seguir siendo concejal de Plasencia por el partido Unión del Pueblo Extremeño, que es otra fuerza política distinta. No sé si me entiende.
Podría usted haber dimitido como concejal para embarcarse en la candidatura de Ciudadanos, pero no lo ha hecho, porque la ley no la obliga a tomar esa decisión y a usted no le ha parecido necesario tomarla. Esta usted en su derecho. Yo, al menos se lo reconozco. Pero me gustaría que existiera una ley que se lo prohibiera. Es legal, pero no me parece ético. Es más, me parece vergonzoso.
Y le digo todo esto, ‘sin acritú’, que decía aquel, porque como ciudadano, que lo soy, creo que a los políticos y a las políticas como usted hay que exigirles en todo momento un respeto escrupuloso a las leyes que ya existen, antes de permitirles que se pongan a hacer leyes nuevas.
Que las urnas le sean benévolas, doña Victoria Domínguez.