Ya tenemos alcalde, bueno, lo teníamos desde hace tiempo pero claro las circunstancias de la vida, éstas tan extrañas ante las que nos hemos encontrado, han hecho que hasta el sábado no supiéramos a ciencia cierta el nombre de nuestro alcalde, y el de muchos municipios que se encontraban en una situación similar.
Alguno seguro estará diciendo que ya se sabía desde inicios de la semana pasada; sí y no, sí porque los hechos así lo ratifican, un acuerdo entre Partido Popular, quien obtuvo la mayoría en las elecciones, y Ciudadanos, quien esta vez tenía la llave de la gobernabilidad, así hacía realidad lo que la mayoría de los vecinos votaron en las urnas. ¡Aisss las llaves, siempre hay por ahí alguna perdida! Y no, porque somos humanos, quien no tuviera esa cosita de incertidumbre ante posibles cambios en las papeletas de ciertos concejales que levante la mano, estoy segura que la inquietud reinaba en el cuerpo de muchos, sino echen un vistazo a las investiduras de algunas ciudades y miren que lo que digo ha pasado.
Y por fin llegó, el momento más esperado, “queda proclamado como alcalde de Badajoz, D. Francisco Javier Fragoso Martínez.” Aplausos y sonrisas, seguro alguna lágrima también, llenaron el salón del plenos del Ayuntamiento de Badajoz. Y esa emoción seguía durante el discurso del ya alcalde, emotivo, sincero, pleno y lleno.
“Ser alcalde de tu ciudad provoca profundas y agradables sensaciones”, a la par que seguro traerá grandes problemas y quebraderos de cabeza que solamente con pensar en las personas que han confiando en uno se apartan a un lado y se ve el lado positivo de las cosas.
“No hay más noble tarea que trabajar por tu ciudad” porque tu ciudad saca lo mejor de cada uno y, como no, del alcalde también, Badajoz no somos el resto, él también lo es y esa noble tarea le corresponde.
Y todo lo que le pase a la ciudad repercute en cada uno de nosotros, por eso acertaba con estas palabras: “ lo que es bueno para Badajoz es bueno para sus vecinos”, como la unión con Portugal, sin duda alguna esa hermandad existente hace aflorar lo mejor de cada parte de la raya haciendo que “todos se sientan de Badajoz y Badajoz sea de todos”.
Porque todos quieren lo mejor para la ciudad, unos lo juraron, otros lo prometieron y hubo hasta quienes prometieron “hasta poner al servicio de la gente las instituciones”, pues eso, jurado o prometido todos tienen que aspirar a lo mejor por Badajoz, porque están para “sumar y multiplicar, para integrar”, nuestra ciudad “no es monopolio de nadie”, todos asumen el compromiso del esfuerzo y cada día debe verse reflejado en su trabajo.
El sábado fue otro de esos días en los que la democracia se siente, se palpa, se vive, pero la democracia es de todos, “es el respeto a las minorías”, pero “también a las mayorías”. Hemos vivido unos días convulsos en los que esas mayorías que en democracia se han de respetar veían sus cimientos tambalear, unos querían que las mayorías trabajasen por esos quienes confiaron en ellos, otro veían como su momento de gloria se veía eclipsado por las mayorías, y ellos eran minorias, las que hay que reseptar, pero también esos pocos tienen que respetar a los muchos, los que han hablado y seguirán haciéndolo en este camino pedregoso ante el que se enfrentan.
Los miembros del pleno asumieron el compromiso de esforzarse por Badajoz, su ciudad, la de todos, esperemos que los intereses particulares, los intereses partidistas, los dimes y diretes, y mil cosas más que seguro se han estado fraguando para irse tirando como darditos, no queden por encima del bien común, esperemos que aprendan la tarea que se les ha encomendado y que, porque no, aprendan de la experiencia porque quieran o no, es un grado.