Que en política no entran en juego los sentimientos ha quedado ya antiguo, ¡vamos que si entran! No es que hayan entrado ahora, es que han estado durmiendo, latentes, como los osos invernando, medio dormidos, así están los sentimientos en este complicado mundo, perdón, estaban, porque lo que es ahora hay un libertinaje de sentimientos y sensaciones apabullantes, yo algunas veces siento un agobio que hasta he llegado a pensar dejar de escribir sobre política ¿ cómo? Solo lo he pensado, no lo voy a materializar, ¡ja ja ja!
Por donde iba, parece que hay campos en los que el sentir queda un poco lejos, resulta extraño, chocante, éste era uno de ellos, la política, fría, dura, árida, complicada de digerir donde las emociones no tenían lugar, ¿y qué ha pasado ahora? Eso me pregunto yo.
Viendo el panorama, aunque duele la vista, las emociones han entrado como un elefante en una cacharrería, ahora el que no muestra ni la más mínima sensación de debilidad no tiene capacidad para estar en política. Sí, bien digo, debilidad, porque eso que tanto hablan de que los políticos tiene que ser personas, practicar la empatía, que seguro la mitad no sabe ni que significa, todo lo traducen en que el señor de turno tiene que ser débil, cogerle la huella blanda y hacer con él lo que les dé la gana. ¿Con estos nuevos políticos van a poder?
Yo no digo que los de ahora sean más sentimentales o no, que los de ahora sean más débiles o no, más listos o no, lo que digo es que se han rodeado de un coro que vende esa imagen, de estar con el prójimo, de no dejarle tirado, de buscar soluciones hasta la saciedad, de ser el salvador de todo y de todos y ¿eso es posible?
No solo de sentimientos y emociones vive el hombre y, por degracia, es lo que nos están haciendo creer, ahora más que salones de plenos en los que se trabaja por y para los ciudadanos, en los que discute, en los que hay broncas, sí, broncas, ahora van a ser todos jardines zen, se va a arreglar todo antes de mirar para un lado, nos vamos a llevar de maravilla y la ciudadanía va a tener siempre una sonrisa de oreja a oreja.
¡¿Qué estoy escibiendo?! El modo relax, paz y tranquilidad fue la papeleta que nos vendieron y que, por desgracia muchos compraron, duró lo que la pringue en el ocico un perro, sino les remite a las imágenes, a las palabras, a los escritos, a los gestos. Alucinada me tienen, asustada y no se que más cosas. Pero tranquilos, las emociones están ahí, y si tengo que hacer lo que tengo que hacer en medio de la calle...lo hago, es lo que siento, es tan grande la emoción que no puedo contenerme, ¡qué le vamos a hacer!
Hay quien se preguntará a qué vienen estas letras político-sentimentales, pues a nada y a todo, una que está sentimentalona, que mira este mundo de otra manera de hace un tiempo para acá y que además leyó unas buenas palabras de un amigo sobre la política y las emociones, y eso, me emocioné, lo prometido es deuda y aquí está mi aportación como te dije, ahora que creo haber desviado del camino, pero es lo mismo, han aflorado mis emociones...