EL MISTERIO DE LOS FUTBOLISTAS EN POLíTICA
¿Fútbol o política?
 | | 22 de Julio | 13:20
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Mira que me gusta el fútbol, mira que disfruto como la que más frente al televisor, sentada al borde del sofá y hablando con el árbitro, que como ya me habéis escuchado alguna vez, como nadie me responde a través de la pantalla siempre llevo la razón, aunque de poco me sirve. Mira que los nervios me pueden y hay veces que tengo que cambiar de canal, pero nada como a lo que estamos asistiendo desde hace tiempo, esa mezcolanza entre fútbol y política, nada como eso me provoca más nervios. O sea, que eso de lo que disfrutamos, eso que nos sirve para desconectar, eso que parece ser lo único que nos une, va a servir para separarnos, a este paso no sé cómo lo vamos a hacer, porque si nos da a todos por separarnos a ver cómo nos dividimos todo lo que nos une.
Pero por lo que veo aquí hay una doble vara de medir, uno el fútbol y la política para una cosa, pero claro, cuando no me interesa lo separa ¿o será cuando me interesa?
Con lo listo que son ustedes seguro que ya saben por donde voy. La semana pasada asistimos a una de esas imágenes que quedarán para el recuerdo en fútbol. Ya ni la marcha de Casillas, ni la llegada de Casilla, ni si viene o no De Gea, ni las pretemporadas internacionales, ya nada de eso, ahora los futbolistas y presidentes se nos han metido a políticos.
Primero tuvimos que ver como los candidatos a ser presidentes del FC Barcelona se unían, sí, los cuatros, algo insólito, por un frente común, la independecia de Cataluña, hecho que quedó firmado por todos, al que acudió toda la prensa habida y por haber, algo así como si fueran a presentar a su fichaje estrella de la temporada pero metiéndose en otros campos que, en mi modesta opinión, no les competen. ¡Ahh, se me olvidaba! Aunque se independicen, el Barcelona seguirá jugando la liga española. ¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Pero qué se creen? Anda, anda, anda, con la de equipos que tendrían en su “País” para jugar y se van a poner a cruzar la frontera para darle patas a un balón ¡en otro idioma!
En el fin de semana tuvieron lugar las dichosas elecciones, lo siento, pero es que para todo dan la misma lata y, claro, no iban a ser en esto menos. El ganador y, por tanto, nuevo presidente fue Bartomeu quien repite como dirigente del club, recibió la enhorabuena de dos de sus contrincantes porque el cuarto en discordia se ve que tiene mal perder y desapareció como un mago a golpe de varita.
Pero la cosa no quedaba ahí, parece que estoy escribiendo: Diario desde el Camp Nou. Escalofríos me dan nada más pensarlo, ¡ja ja ja! Ahora le tocaba a otro, a uno de esos que ni come ni deja comer: Guardiola. El exjugador, exentrenador y ex lo que sea ¡se ha metido a político! Será el encargado de cerrar la ya famosa lista unitaria de Convergencia y Esquerra para las elecciones catalanas. Según el mister del Bayern de Múnich cerrar la lista es una manera de apoyar el proceso soberanista, ya lo hemos visto en repetidas ocasiones participar en actos por la independencia de Cataluña.
No sabemos qué es lo que nos quedará por ver, pero lo que está claro, y en lo que han coincidido algunos otros partidos, es que con esta jugada lo que se pretende es confundir al ciudadano. ¿Confundir? Sí, como decía más arriba se mezclan dos ámbitos de la vida en los que el amor y el odio se reparten a partes iguales. La política ha provocado gran desafección en los últimos tiempo y, por su parte, el fútbol se ha convertido en el refugio para el entretenimiento y la desconexión y en ocasiones, como es con este club, también genera sentimientos encontrados.
Usar caras conocidas para ganar votos, déjenme decirles, que me parece de un mal gusto de impresión, me da igual el partido y el club que sea, con ello solo consiguen que el ciudadano se haga un lío, manejarlo a su antojo como una marioneta, convertirlo en un juguete que ahora uso y cuando me canse lo tiro. Puede que Guardiola también se convierta en otra marioneta, puede que él esté usando al partido, puede que pasen tantas cosas, pero esperemos que los votantes sean consciente de lo que están haciendo y que el fútbol y la política no son un partido en el Camp Nou.
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