Semejantes

Convivimos con lo diferente. Al nacer ya venimos con una mezcla de diferentes genes, tenemos dos ojos, dos manos, dos pies, pero incluso éstos, son diferentes y nos hacen especiales y únicos.

Gracias a esta unicidad, conseguimos y conseguiremos avances espectaculares. Gracias a estas diferencias se escribe la Historia, se resuelven conflictos, se consiguen metas que a otros les parecen inalcanzables, se descubren mundos, se ama sin condiciones, porque al saberte diferente, eres consciente de otras maneras de pensar, ser, vivir y comportarte.

Se me ocurren tantísimos motivos por lo que es estupendo pensar diferente. ¡Qué aburrida la vida, si todos pensásemos igual! ¿No?

Me puedo imaginar una sociedad de autómatas. ¿Qué sería de nuestra vida sin un por qué desde el principio de los tiempos?, sin discutir de una materia u opinión. En cada momento de la vida, una simple diferencia enciende una bombilla que nos hace ver un camino a seguir, un nuevo descubrimiento, ya sea para adaptarnos o para evolucionar.

A veces pensamos qué rarito o rarita podemos ser, ¿por qué no puedo estar absolutamente de acuerdo con algo o con alguien? Simplemente porque somos únicos, porque nuestra perspectiva es única, porque nuestro organismo es único, porque nuestras deducciones son únicas. Ello no quiere decir que no encontremos puntos en común, que no podamos empatizar. Somos únicos porque somos diferentes.

¿Por qué no igualar diferencias?

Igualar es colocar a la misma altura, nivelar, allanar, estar conforme en naturaleza, forma, calidad o cantidad de una cosa y, también aceptar lo diferente. Equiparar diferencias, observar y aceptar que cada uno de nosotros somos, pensamos y amamos de manera diferente, es llegar a la igualdad.

Ojala descubramos que en nuestras diferencias se hallan semejanzas: diferencia pero igualdad de género, diferencia pero igualdad de oportunidades, diferencias pero igualdad de sentido común.

Todos somos iguales, todos somos diferentes. Al fin y al cabo, somos SEMEJANTES.

Semejantes

IGUALDAD