La Mesa Extremeña de la Caza, entidad que integra al "100%" del sector cinegético regional, ha pedido a la Junta de Extremadura que consensúe con "todas" las partes interesadas las medidas que se están implantando para "frenar" la incidencia de la tuberculosis bovina.
Entre otras cosas, porque entiende que se está transmitiendo una imagen de una cabaña extremeña "totalmente afectada" por la tuberculosis cuando "en realidad" la comunidad extremeña presenta una incidencia "similar" a la que hay en Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
En nota de prensa, la mesa lamenta así que desde algunos sectores, "principalmente" las organizaciones agrarias, según apunta, se estén ofreciendo datos que "no son realistas".
Además, la Mesa Extremeña de la Caza reclama que cada uno de los actores implicados asuma su "responsabilidad", en este caso tanto la Junta de Extremadura como el propio sector ganadero, "en lugar de echar balones fuera y cargar todo el problema y sus teóricas soluciones sobre los hombros del sector cinegético", a cuyos representantes --añade-- "no se ha recibido ni escuchado desde la Administración".
En esta línea, recuerda que hasta la fecha "no" se han producido reuniones entre la consejera y los representantes del sector cinegético "a pesar de las peticiones realizadas", y lamenta que como resultado de esa "falta de diálogo" se estén impulsando medidas que "en la práctica no son viables".
APLICACIÓN
Se refiere concretamente la Mesa a la Resolución de las medidas sanitarias de "salvaguardia" publicada en el Diario Oficial de Extremadura el pasado 19 de octubre que establece la retirada y eliminación en planta autorizada de todos los Subproductos Animales No Destinados al Consumo Humano (Sandach), "independientemente de que sean sospechosas o no de padecer la tuberculosis".
En opinión de la Mesa Extremeña de la Caza, actualmente esta medida es de "prácticamente imposible aplicación" teniendo en cuenta que "sólo existen en Extremadura una planta autorizada para el tratamiento de estos residuos (en Almaraz) y dos empresas autorizadas para estos traslados".
Teniendo en cuenta que, según apunta, cada fin de semana se realizan en la región "una media de 125 acciones cinegéticas en 125 localizaciones diferentes" de la comunidad, indica que "parece complicado que las dos empresas existentes den respuesta a esta demanda en un margen de tiempo razonable".
A ello se suma, según explica, que estas dos empresas "no" trabajan los fines de semana, con lo que indica que esta medida provocaría que los restos se acumulasen "durante al menos 48-72 horas".
En este sentido, apunta que los "propios" técnicos sanitarios del SES "ya han reconocido que esta supuesta solución generará importantes problemas al provocar nuevos focos de infecciones y malos olores en las fincas, algo que hasta ahora no se producía".
Al mismo tiempo, advierte de que "se causaría un enorme daño económico al sector, que tendría que soportar ese sobrecoste con posibles efectos negativos -tanto económicos como en términos de empleo- en muchas zonas rurales de Extremadura".
La Mesa Extremeña de la Caza avisa así de que esta medida, que supone un "exceso de interpretación" de la norma europea que "no tiene precedentes", provocará en la "práctica" la "no eliminación inmediata" del Sandach y, al mismo tiempo, "grandes traslados por toda Extremadura de restos que, según la propia Administración, son sospechosos de propagar la enfermedad".
De este modo, la Mesa de la Caza plantea "otras opciones que se consideran más seguras y de efecto inmediato", como "el enterramiento y sellado con cal en fosas en la propia finca o la construcción de pequeños muladares en los cotos", lo que a su juicio serviría, además, para "apoyar" las medidas de conservación y recuperación de determinadas especies necrófagas en peligro de extinción.