Austeridad, sencillez, humildad…todos estos sabores son los que percibimos al atravesar el Arco de la Villa en dirección a la plaza de Santiago, el “llano de Santiago” como la llaman por estas tierras. Arco por cierto, que es el más antiguo de la población, y que estuvo en activo hasta el siglo XVIII realizando tareas fiscales, es decir, servía de puerta para controlar todo aquello que entraba en la villa para ser vendido, y de este modo poder cobrar el consiguiente impuesto.
Estamos en la población extremeña de Barcarrota, y nos encontramos ahora mismo frente a la Iglesia de Santiago. Orientada al Este, el grosor de sus muros, sus contrafuertes, y su apariencia monacal, casi hermética, nos recuerda que estamos ante una pequeña joya olvidada del románico de transición.
“Construida en el siglo XIII por los caballeros de Alcántara consta de tres naves, la central con arcos de medio punto y las dos laterales con arcos apuntados, participa de las características de la transición al gótico con hermosa bóveda de crucería en el ábside, sin perder del todo las características románicas de los contrafuertes y lo orientación al este.”
Así reza el cartel del ayuntamiento de Barcarrota que se encuentra junto a la puerta del Evangelio, puerta conocida como “del Sol”. En su otra portada, la "del Perdón", ya empiezan a notarse en sus arquivoltas las trazas del gótico; sobre ella, descansa una pequeña figura irreconocible por el desgaste del tiempo, quizás representando a Santiago. Todo el conjunto se encuentra rematado por un pequeño vano a modo de rosetón. Pero en estos instantes, bajemos la mirada al suelo. Justo a nuestros pies, en ambas portadas, podemos admirar dos pequeñas lápidas con inscripciones latinas....que maravilla.
Antes de entrar y la Historia ya empieza a saborearse.
En su interior nos encontramos con una bella cineraria romana, la imagen de la Virgen, la de Santiago Apóstol triunfando ante el infiel, las capillas de San Marcos y del Carmen, de San Antonio y de la Aurora, un precioso cuadro de la Escuela Sevillana...
Su actual campanario no es el original, data del año 1872. Con la reforma y desmantelamiento de la escalera que daba acceso al antiguo campanario, quedaron ocultas algunas pinturas románicas. Una verdadera pena.
Alcantarina para unos, santiaguista para otros, incluso templaria para determinados historiadores, esta humilde y austera iglesia, al parecer edificada sobre una antigua mezquita, hunde sus raíces en la historia, y la verdad sea dicha, nadie puede afirmar documentalmente cual fue su verdadero origen.
Sin embargo, y sí gracias a los documentos, sabemos que Villanueva de Barcarrota, que es como por aquel entonces se conocía a la villa, no pasó a ser posesión alcantarina hasta el año 1461, cuando la Orden la cambió junto a Salvatierra y Azagala a Don Pedro Girón por Morón y Cote. Este documento se acredita en Villanueva de la Serena el 4 de noviembre de 1461. Así que si esta iglesia se fundó en el siglo XIII, difícilmente pudo ser de origen alcantarino…
Sí sabemos que la Orden de Alcántara gastó según el Capítulo general celebrado en Medina del Campo en 1504 nada menos que 8.000 maravedís en la iglesia parroquial de Vilanueva de Barcarrota.
Por cierto, y a modo de curiosidad, a finales del 2010, el repique de las campanas de Santiago fueron automatizadas. El responsable de tomar aquella transcendental decisión fue el párroco de Barcarrota, Don Francisco Gallego Bélmez. Al comenzar las obras se dieron cuenta de que dos de las campanas, así como los abarcones, los pernos de fijación y los yugos de madera estaban al borde de la muerte, amenazando un inminente desplome, por lo que se decidió desmontarlas y refundirlas.
Sin embargo estas dos campanas, Santa María de 385 kg. y 86 cm., y San José de 540 kg. y 94 cm. de diámetro no era la primera vez que eran refundidas. Curiosidades de la Historia, estas dos compañeras infatigables fueron fundidas justamente 100 años antes, en 1910. El responsable de dicha decisión, nuevamente el párroco de la Iglesia de Santiago, Francisco R. Hervás. Así consta en una inscripción que aparece en “Santa María”.
