Allá por el año 1975, un mutante conocido como Wolverine, es decir, Lobezno, se unía a los X-Men. Este personaje, fue creado por los historietistas (que no historiadores) norteamericanos Len Wein, Herb Trimpe y John Romita, y perfeccionado posteriormente por el artista John Byme y el escritor Chris Claremont, escritor que popularizó el famoso eslogan de Lobezno, "Soy el mejor en lo que hago, pero lo que hago no es muy agradable".
Tanta fama y admiración fue adquiriendo este personaje con el paso del tiempo, que incluso la 20th Century Fox le dedicó hace ya unos años una película para el solito, "Lobezno Inmortal", y casi nada... rebasó sin despeinarse los 413 millones de dólares en taquilla... con lo que amenaza nuevamente con volver a la gran pantalla.
Lo cierto es, que poco o nada me importa si "Lobezno Inmortal" es la primera o la tercera película de Lobezno, y mucho menos la recaudación que este mutante es capaz de conseguir, por que yo, soy fan de otro Lobezno, eso sí, no tan guapete ni tan cachas como Hugh Jackman, pero sí mucho más interesante.
Wulfilla, "Lobezno" en gótico, fue un obispo, misionero y traductor godo nacido a principios del siglo IV en un pequeño pueblecito de la Capadocia, la "Tierra de los Bellos Caballos".
Este interesante "Lobezno", también conocido como Ulfilas, fue ordenado obispo por Eusebio de Nicomedia, obispo de Berito (Beirut), y fue el primero en traducir la Biblia a una lengua bárbara, el gótico, para lo que tuvo que crear el alfabeto ulfilano, un alfabeto que combinaba el tradicional alfabeto rúnico con los caracteres griegos.
Eso sí, nuestro Lobezno tradujo todo el texto menos la Epístola a los Hebreos (por pura moralidad) y el Libro de los Reyes, ya que lo imaginaba descomunalmente agresivo para la forma de pensar de los godos....igualito que el mutante, que seguro es el único que hubiese traducido.
"Lobezno", reconocido arriano, (esos que exaltaban la figura de Cristo, pero que decían que eso de la divinidad no hubiese quien se lo creyese), imprimió su forma de pensar a su Biblia, por lo cual esta nunca fue reconocida por la Iglesia. Tanto trabajo para nada.
Menos mal que algunos fragmentos de su Biblia (concretamente 186 folios) se conservan el la Biblioteca Universitaria de Upsala, en Suecia. Es el conocido como Codex Argentus, la Biblia de Plata. Como curiosidad, decir que realmente se conservan 187 folios, no 186....el último folio, el 187, se encuentra en la Catedral de Espira, Alemania.. manda huevos!
No quisiera despedirme sin recordar el famoso eslogan de Lobezno. No del Lobezno norteamericano, sino del otro, que tiene bastante más contenido, sentimiento y motivación:
"Creo que sólo hay un Dios Padre y en su Hijo unigénito, nuestro Dios y Señor, creador y hacedor de todas las cosas, como el que no hay nadie. Por lo tanto hay un Dios de todo, que es también Dios de nuestro Dios, y creo en el Espíritu Santo como un poder iluminador y santificador. Como Cristo dice tras la resurrección a sus Apóstoles: “Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto” (Lucas, 24.49) y después “Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8) Ni Dios ni Señor, sino el ministro de Cristo; no igual, pero sujeto y obediente en todas los aspectos al Hijo. Y creo que el Hijo está sujeto y obedece en todo a Dios Padre."
Lobezno, que garra tienes...