Sí, más de una vez hemos escuchado que estos políticos pretender conseguir lo que se propongan a toda cosa, da igual que rueden cabezas, da igual que perjudiquen al resto, da igual que lleven a un país no sabemos a dónde, vamos, que da igual todo de todo.
Desde las elecciones del 20 D nos encontramos ahí, en el camino del que quiere conseguir su objetivo a toda costa, del que quiere alimentar su ego, que por cierto parece ser que tiene el tamaño de una catedral, del que cuando duerme sueña con ese escaño, con ese asiento, del que tanto hablaba en la legislatura anterior, debe ser algo así como el de “El Señor de los Anillos”: mi tesoroooo, mi sillónnn. Yo he estado en el congreso y doy fe de que se ve igual de un lado que del otro, ¡tantas tonterías, hombre!
A veces, solo a veces, le encuentro el matiz humano a todo esto, porque más bien parece humanoide, es como esos chavales a los que sus mamás le dicen que no a algo, a lo que sea, sus amigos le dicen que se va a meter en un lío como siga por ese camino, incluso más de uno decide dejar de hablarle, pero él, solito él, sigue por el mismo camino y hasta que no se dé el porrazo no ve la realidad. Algo así es aunque con la diferencia de que un chocazo contra la pared de un chaval no tiene las mismas consecuencias que un batacazo de un político en esta materia.
Creo que ya se han dado cuenta de quién estoy hablando, la sombra de más de uno sobrevuela sobre estas letras pero en concreto la de uno, la de él, el incombustible, el todoterreno, el más de lo más Pedro Sánchez, y espero nadie se moleste por esta descripción pero hasta sus mismos seguidores lo ven así.
Señor Sánchez, ¿merece la pena ser presidente a toda costa? Señor Sánchez ¿se ha sentado a evaluar pros y contras? Señor Sánchez ¿vive usted en una realidad paralela? A veces hay que pararse a escuchar el entorno, el más allá, si hace falta, y no los cantos de sirena que ya sabemos a dónde nos pueden llevar, porque si le llevaran solo usted, qué le vaya bien, pero es que nos perjudica a todos.
Tiene a su alrededor pesos pesados de las filas socialistas, presidentes con mayor experiencia en política, que creo eso es un grado, aquellos que gobernaron un país, otros que presiden comunidades de tradición socialistas, los que repiten con el apoyo de los electores, o sea, políticos, me gusten o no, con un bagaje que de algo debería servirle en la toma de decisiones. Ya se su respuesta ante esto, algo así como que los tiempos han cambiado, hemos avanzado, las necesidades ya no son las mismas, hay que adaptarse a lo que la población demanda, y una larga lista en la que punto tras punto da mayor fiabilidad a lo que los barones dicen, sin darse cuenta corrobora lo que ellos están demandando.
¿De verdad creía que con sus nuevos mejores amigos podría hacer y deshacer a su antojo, usarlos como marionetas, solamente tenerlos presentes para el día de la investidura? Será el único que no veía venir la jugada, perdón, las jugadas que le tenían preparadas.
Mire, no creo que mi postura le importe mucho, sino le importa la de sus propios compañeros menos la mía que ni me conoce, pero hay veces que deberíamos dejar a un lado las ansias de poder, los sueños infantiles e infantilones que no llevan a nada, se una hombre y mira por el bien común, no estamos hablando de una reunión de comunidad si pintar o no la escalera, estamos hablando de un país que tiene la que tiene encima, ¿sabe usted lo qué es?
Señor Sánchez escuche a su entorno que le están gritando que a toda costa no.
