Corría el año 1244 cuando la ciudad de Onteniente, Ontinyent para los que somos valencianos, era conquistada por Jaime I el Conquistador e incorporada al Reino de Valencia.
Varias fueron las donaciones de casas y tierras que el Conquistador hizo en su Repartimiento, citándose el nombre de todos los receptores en el año 1249, donaciones que ratificaba en un documento fechado el 29 de abril de 1250. El 20 de marzo de 1251, El rey don Jaime les daba potestad para poder enajenar libremente estas donaciones.
Ontinyent es una población que me trae muy buenos recuerdos. Más de una y de dos veces he paseado por sus calles llenas de Historia, por sus rincones escondidos desprendiendo ese olor a fiesta y a tradición, ese aroma a Moros y Cristianos, fiesta en la que tanto participó un tío lejano mío, al que recuerdo con cariño.
Todavía recuerdo como me sorprendió, uno de esos días de paseo, el comprobar como D. Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago, daba nombra a una de las calles de esta población. Que curioso me pareció.
Pelay Pérez Correa, portugués, nació en el año 1205 en Monte de Fralaes, y fue nombrado maestre de la Orden de Santiago en Mérida, en el año 1242, sucediendo así a Rodrigo Íñiguez.
No cabe duda de que el maestre santiaguista fue una persona de gran importancia para el rey de Castilla. Tomó parte activa en la toma de Murcia junto con el infante Alfonso, conquistó las villas de Lorca, Mula y Cartagena. Aconsejó al rey castellano para que marchara contra Jaén y contra Sevilla…
Pero sin lugar a dudas, uno de los hechos de armas más importantes en los que se debió de ver envuelto frey Pelay Pérez Correa fue el de la batalla de Tentudía.
Este hecho de armas, se relaciona directamente con la toma de Sevilla por parte del rey Fernando III el Santo, y fuera cierto o no, Alfonso X de Castilla, el rey Sabio, ya lo recogía en cinco de sus Cantigas a Santa María.
Pero que mejor que nos cuente los hechos don Francisco Rades y Andrada, quien en su fabulosa obra escrita en el año 1572, y que lleva por título “Cronica de las tres ordenes y cavallerias de Sanctiago Calatrava y Alcantara”, describe a la perfección tan milagroso acontecimiento:
Miraglo de Tudia.
En antiguos memoriales de cosas desta Orden se halla escrito, que el maestre Don Pelay Perez Correa, haziendo guerra a los Moros por la parte de Llerena hubo con ellos una batalla al pie de Sierra Morena, cerca de donde agora es Santa Maria de Tudia. Dizen mas que peleando con ellos muchas horas, sin conocerse victoria de una parte a otra, como viesse que habia muy poco tiempo de Sol, con desseo de vencer aquella batalla, y seguir el alcance, suplico a Dios fuesse servido de hazer que el Sol se detuviesse milagrosamente, como en otro tiempo lo havia hecho con Iosue, Caudillo y Capitan de su pueblo de Israel.
Y porque era dia de Nuestra Señora, poniendola por intercession, dixo estas palabras: Sancta Maria, Deten Tu Dia”. Dizen en los dichos Memoriales que milagrossamente se detuvo el Sol por espacio de tiempo muy notable, hasta que acabo el maestre su victoria y prosiguio el alcance.
En memoria de este milagro dizen haverse edificado una yglesia por mandado del Maestre, y a costa suya, a la cual puso nombre Sancta Maria de Ten tu dia; y agora corrupto el vocabolo se dize Sancta Maria de Tudia.
Al margen de la leyenda, lo que nadie puede negar es lo impresionante del conjunto monástico que se encuentra en el término municipal de Calera de León. El monasterio santiaguista se alza sobre la cumbre más alta de la provincia de Badajoz, a nada menos que 1.104 mts. de altitud.
No voy a entrar a describir su fábrica y su interior, su claustro mudéjar, sus panteones o su capilla Mayor. Ya lo haremos en otra ocasión. Pero De verdad, hay que verlo. Hay que admirarlo, hay que disfrutarlo, hay que sentirlo. Y si queréis un consejo, esperad a la puesta de sol.
En ese instante, cuando el sol despunte sus últimos rayos, sólo en ese momento, veréis como de verdad, el día se detiene.
Por cierto, en el año 1248, Jaime I el Conquistador cedía a Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago y héroe de la batalla de Tentudía, el señorío de Enguera, junto a la población de Ontinyent, población por la que he disfrutado paseando por sus calles, y que tan buenos recuerdos me trae…