Anda España perpleja ante los representantes, que no son capaces de ponerse de acuerdo para hacer lo que los españoles quieren y necesitan. Creo que el Pacto no solo es posible, sino NECESARIO ante un estado de necesidad.
Si los representantes del pueblo, no son capaces de interpretar la voluntad del pueblo ¿Qué representan? ¿Qué clases de representantes serían los que no están de acuerdo con los representados?
¿No será que los diversos partidos han hecho heterogéneos los votos, de modo que no se puedan sumar? Parece que la voluntad y los votos de los ciudadanos, son reducidos a ideologías contradictorias, imposible de homogenizar, por prejuicios e intereses partidistas.
Quizás, los partidos barajan los votos con criterios “esencialistas”, donde no caben diferencias de grado, el “más” y “menos”, sino solamente el “Si” y “No”. Cuando no caben las variables cuantitativas, estamos hablando de cosas esencialmente distintas e imposibles de sumar.
Esto nos llevaría a la imposibilidad de tener proyectos comunes, a la imposibilidad de sumar voluntades, al partir de ideas que se excluyen entre sí.
Si por el contrario, se trata de ideas y proyectos que se pueden aproximar, dentro de la identidad cualitativa, el pacto, es posible. No afectaría a lo “esencial”, sino al “grado” de la misma cualidad. Los grados del adjetivo, no se excluyen entre sí, es cuestión de “más y menos”.
¿Estado de Necesidad?
Si hay contradicción en los principios, como “la Unidad de España” y la ruptura de la misma, no sería posible un acuerdo. Lo mismo ocurriría entre los que defienden que la soberanía reside en “todo” el pueblo español y los que defienden la parcelación de la soberanía. Las diferencias esenciales no pueden sumar, pero las cuantitativas, son plenamente compatibles.
A mi juicio, la contradicción está a nivel de la palabra, de la intención, no es entitativa. Las diferencias admiten aproximación, porque no excluyen la realidad del otro. El “No”, es una exclusión verbal e intencional. La negación es una exclusión intencional, no entitativa.
En cualquier negación, permanece la realidad del otro y otras afinidades, porque la palabra y la intención, ni “crean” ni “aneantizan”, mantienen la coexistencia de los contrarios.
Si hubiera contradicciones imposibles de sumar, por la diferencia esencial, se pueden dejar “fuera” y actuar en el plano de los “contrarios”, y no de lo “contradictorio”.
De cualquier forma, la voluntad puede ejercer un poder superior en ESTADO DE NECESIDAD, cuando se trata de llegar a acuerdos necesarios. El bien que se persigue, es de orden superior a cualquier otra circunstancia. La razón de necesidad, debe hacer posible lo que es necesario. El acuerdo es posible.