Un buen amigo tiene por costumbre publicar cada mañana frases propias o de personajes destacados actuales y pasados que nos invitan a reflexionar y, en ocasiones, a abrir un debate en torno a ella, pues bien, hoy no iba a ser menos y también contamos con unas letras: "Los líderes que no saben escuchar, pronto tendrán colaboradores que no tienen nada que decir" (Andy Stanley) ¿Les suena de algo?
Dicen que el ron, ron tres días son, nosotros llevamos cuatro meses con el ron, ron y por lo que se ve como poco hasta San Juan vamos a seguir así. ¡En feria y en las mesas electorales! Bueno, si esto más parece una feria que otra cosa, debemos ser tomados a guasa allá por donde vayamos porque con el planten que “nos representa”.
Vuelvo a la frase, ¿los líderes nos escuchan? ¿Saben escuchar? ¿Tienen algo que decir? ¿Saben qué hablar? ¿Y sus colaboradores? Seguro que alguna de estas frases, y más aún, han pasado por sus cabezas y han intentado darle respuesta pero es tan complicado…
Me gusta la política, disfruto con la política, me encanta debatir, poner los puntos de vista sobre la mesa, valorarlos, analizarlos, discutir por ellos, me encanta, me apasiona, pero ¿y ahora? Al final pagan justos por pecadores, nosotros, los votantes estamos ya pagando por ello, pero ¿y los propios políticos? También.
En la viña del Señor nos podemos encontrar de todo y dentro de ese todo está la política y los políticos. Siempre resuenan aquellos que no saben hacer, aquellos que creen que esto es Jauja y, por desgracia, entre nosotros tenemos de esos, los que empañan a los que si saben y si hacen.
¡Ah! ¿Y qué me dicen de los políticos sordos? De los que se hacen los sordos. Ahora mismo tenemos un gran ejemplo, lleva sordo unos cuatro meses, la cosa viene de atrás, pero en cuatro meses se ha agudizado, yo ya hubiera ido al especialista. Le habla su entorno y nada, los antecesores y nada, los medios y nada, ¿no se ha dado cuenta del problemón que tiene? Pues no, no lo ve, o no lo oye.
Señor Sánchez ¿y ahora qué? Señorías ¿y ahora qué? Usted Sánchez el primero, y que nadie diga que es porque le tengo una “manía” particular porque no es así, es más quienes han seguido mis letras verían como al principio, en el origen, allá por…me gustaba este señor, me parecía un soplo de aire fresco en la política, pero ha metido la pata hasta el fondo, por el ego, por ser el primero de la clase y no bajarse del burro mira la que ha liado, y lo que te rondaré.
Consenso, unir posturas, negociaciones, acuerdos, diálogo, todo esto y más son la base de la buena política, del buen político, ¿dónde se ha dejado todo? ¿Por qué?
Nos vemos abocados a otras elecciones, el discurso recurrente de lo que se va a gastar ya está muy manido, hasta el Rey ha caído en él, que por supuesto es verdad y no estamos para derrochar por una pataleta, pero lo más peligroso de todo esto es el agotamiento moral de los españoles, la sensación de una tomadura de pelo, el sentirnos desamparados por quienes tendrían que velar por nosotros, eso es lo peor, porque yo, que como siempre digo veo la política con otros ojos, estoy empezando a hartarme, a quemarme y cansarme pero si no voy a llegar a tales extremos es porque por suerte hay quienes merecen la pena, quienes saben lo que hacen y por quienes lo hacen, por ellos sí.
¿La solución está en el 26 de junio?