El sábado la plantilla de médicos en Extremadura creció, 140 nuevos doctores a los que aún todavía les queda un largo camino pero que han puesto alma y corazón en todos y cada uno de los días de estos seis años, en todos y cada uno de los exámenes a los que se han tenido que enfrentar, en todas y cada una de las notas que han tenido que ver en esos ansiados tablones, alma y corazón en su vida.
Y vidas son lo que van a tener en sus manos, las suyas, las de nosotros, las de todos. Vidas y, por tanto, personas que vamos a poner nuestro corazón en sus manos, en las de estos jóvenes en los que confiamos.
Varias fueron las personas que tomaron la palabra en el acto de graduación y todas coincidieron en lo mismo: trataréis con personas.
Allá por el mes de septiembre de hace seis años cuando una de las futuras doctoras empezaba su camino, yo hablaba con ella y le decía: recuerda que siempre vas a tener en frente a personas con problemas, necesidades, con enfermedades. Recuerda que sí vas a ser médico, que vas a tener que enfrentarte a momentos duros, que darás malas noticias, que verás a gente llorar pero, sobre todo, recuerda que tienes que poner tu alma y corazón en cada una de esas personas.
Ojalá ese trataréis con personas se cumpla, se convierta en la prioridad de los 140 graduados y consigan llevar a cabo el relevo generacional tan necesario, pero no un relevo en el sentido más primario de la palabra, sino un relevo con todo lo que conlleva.
Ya es conocida por todos mi cruzada con el Servicio Extremeño de Salud, concretamente con ciertos especialistas, esos que no deben ser un ejemplo a seguir por estos jóvenes médicos, pero a muchos de estos chicos les ha tocado lidiar con algún que otro doctor amigo de la mala educación, las faltas de respeto y la no empatía.
Ahí está la clave, empatía, ponerse en el lugar del otro, ser el otro por un instante, pensar en qué querrían si ellos fuesen los enfermos, si ellos estuvises sentados en la temida camilla. ¿Nos tratarían así?
Durante casi dos meses nos ha tocado vivir en un hospital, la mayoría conocéis ya la desgraciada experiencia que hemos vivido, y en ese tiempo hemos experimetado de todo, hemos lidiado con todos: desde el que primero se preocupaba por nosotros y con solo mirar a los ojos sabía cómo estábamos hasta el que no mostraba ni la más mínima compasión por los demás, lanzaba la bomba y se ponía a cubierto, como no le tocaba a él...
Chicos, doctores ya, sed el relevo necesario, sed las personas necesarias, no se es un gran médico por acumular diagnósticos, por engrosar una lista de cirugías, un médico es empatía, dulzura, cariño, compasión, comprensión, un médico tiene que estar preparado para todo, nunca sabe qué se va a encontrar, pero lo que tiene que tener claro es que delante tiene a personas y que ellos son personas, no bloques de hierro que trabajan de ocho a tres y si te he visto no me acuerto.
Suerte en vuestro nuevo camino y ojalá pueda escribir mucho y bueno sobre vosotros, ojalá.
