¿Basura para el pueblo?

Un pueblo, no es un vertedero de basura con apariencia de arte. Se está convirtiendo en habitual en algunas fiestas populares, contratar a artistas que tienen poco que ver con el arte. Pero lo importante es que hagan ruido, y se hable de ellos y de sus provocaciones. Basta que salgan en televisión, sean hijos de algún famoso, incluso hayan protagonizado algún escándalo.

Las fiestas populares no han nacido para que, con dinero público, se contrate a gente que traten de provocar y romper los valores comunes en días de alegría, de disfrute y de amistad.

Las fiestas y tradiciones populares, tienen algo de sagrado, de conexión ancestral con nuestro pasado. Son como el jubileo colectivo, y merecen un respeto por parte de todos.

No se puede despilfarrar y tirar el dinero público, para convertir las fiestas populares en vertederos de pseudo artistas. Hay muchos jóvenes en Extremadura con plena capacidad y competencia artística, que merecían no ser marginados por esa competencia, con poco arte y mucho ruido mediático.

Los alcaldes y políticos que quieren el progreso de sus pueblos, no deben despilfarrar el dinero público para que haya exaltación de la violencia, y traten de defender el mal contra el bien, como si los valores comunes del pueblo fueran despreciables. Sembrar el desconcierto, crear agresividad, y destruir los valores, no puede ser promocionado por ningún político, con el dinero de todos.

Este ataque a los valores de convivencia, y respeto a los demás, no se puede aceptar y menos fomentar por los representantes del pueblo. No se pueden aplaudir los comportamientos asociales, con el silencio cómplice. Los pueblos no son un estercolero protegido.