La Junta de Extremadura ha reactivado los Consejos de Salud de Zona que redujeron su actividad "un 96 por ciento en la pasada legislatura" y representan unos recursos "claves" en la participación ciudadana en el Servicio Extremeño de Salud (SES).
Esta reactivación ha protagonizado el Consejo Extremeño de Salud que se ha reunido este jueves en Mérida bajo la presidencia del consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles.
Extremadura tiene constituidos 110 de estos consejos de zona y, aunque la norma establece que celebren dos reuniones anuales como mínimo, en los últimos cuatro años "solo hay registradas 33 reuniones, cuando deberían haberse celebrado, como mínimo, 880".
"Su reactivación para dotarles de sentido no solo tiene que ver con la participación comunitaria en salud que impulsa la consejería sino con la revisión del mapa sanitario de la región, cuya primera fase ha sido dada a conocer al Consejo Extremeño de Salud, el órgano de participación sanitaria formado por la Administración, representantes de la Fempex, sindicatos, empresarios y usuarios y consumidores", según ha informado la Junta en nota de prensa.
El mapa sanitario, tras la primera evaluación con las recomendaciones de las áreas de salud y algunos ayuntamientos, debe pasar ahora por las propuestas de las entidades locales y de los diversos Consejos de Salud de Zona.
De este modo, el consejero José María Vergeles ha considerado que esta revisión podría estar concluida en unos "siete meses". Así, los cambios demográficos, las mejoras en las vías de comunicación y en los dispositivos sanitarios han aconsejado esta revisión de un mapa que "no se abre desde 2008" y que será actualizado con una "extensa participación" de los profesionales y la sociedad.
También se ha abordado el desarrollo de la Estrategia de Cronicidad que lleva a cabo la consejería. El director gerente del SES, Ceciliano Franco, ha expuesto dicha estrategia, encaminada a la prevención y la promoción de la salud ante una población envejecida.
Esta estrategia, como ha defendido el Ejecutivo regional, se hace "necesaria" para la sostenibilidad, "no solo económica, sino también social del Servicio Extremeño de Salud".
De este modo, la metodología que se lleva a cabo pasa por "amalgamar" todo lo que se está haciendo en las actividades de educación para la salud, en la promoción de la autonomía o en el autocuidado personal y darle una "homogeneidad".
Así, el SES se está dotando de un sistema de estratificación de la población que se atiende en cada uno de los centros de salud, lo que permite a los profesionales saber en qué edades y sectores existe más demanda asistencial y en qué especialidades.
Unos 27.000 extremeños son crónicos severos, para los que el sistema invierte una "gran cantidad de recursos". La estrategia, que "tendrá resultados a largo plazo, no solo tiene que ver con llegar más tarde al final de la vida sino en mejores condiciones".