La localidad de Guadalupe (Cáceres) acoge, por primera vez, un curso de verano de la Universidad de Extremadura (UEx) en el que participarán expertos de varias universidades españolas y portuguesas para debatir sobre experiencias de gestión turística del patrimonio histórico y arquitectónico, con el objetivo de convertir a la puebla guadalupense en destino turístico de primer orden.
El curso, titulado 'Gestión turística del Patrimonio Mundial', se celebrará del 19 al 21 de julio con ponencias y mesas redondas en las que se analizará la ordenación patrimonial de Guadalupe, se estudiará el estado de coservación de las bóvedas del Monasterio de Santa María de Guadalupe, se hablará sobre los instrumentos de protección y conservación del patrimonio y también se expondrán varias experiencias gestoras en ciudades con gran riqueza patrimonial tanto de España como Portugal.
El contenido de este curso de la UEx ha sido presentado por el director general de Turismo de la Junta de Extremadura, Antonio Martín; un representante de la Secretaría General de Cultura, Javier Jiménez; el alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez; el director del curso, Antonio Campesino, y otro de los coordinadores, José Carlos Salcedo.
Martín ha recalcado la importancia de contar con "gestores preparados" para impulsar los destinos turísticos de la región "de una forma inteligente" y conseguir que el sector se convierta en una "locomotora de la economía". El responsable regional ha recordado que el visitante que llega a una localidad es "un ciudadano más que utiliza los mismos servicios que cualquier habitante de la localidad", por lo que hay que hay que trabajar de "forma transversal" para coordinar todos los recursos.
Por su parte, el alcalde guadalupense, Felipe Sánchez, ha resaltado la importancia de "combatir" la estacionalidad del turismo en Guadalupe, la única localidad extremeña que cuenta con dos declaraciones Unesco, una la del Monasterio, y otra la del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara, en el que también está enclavado el municipio. Por ello, considera que hay que situarle "en el lugar turístico que le corresponde por su patrimonio y su historia".
Para el director del curso, el profesor Antonio Campesino, lo "más complicado" del proceso de creación de un destino turístico no es la configuración del producto sino la gestión y este curso pretende poner en valor que Guadalupe "tiene todos los aditivos posibles" para convertirse en un destino importante por su "riqueza paisajística" y por su enorme patrimonio, que cuenta con reconocimientos arquitectónicos y medioambientales desde el siglo XIX.
GESTIÓN EQUILIBRADA
En su intervención, Campesino ha defendido la necesidad de realizar una "gestión equilibrada" de todos los recursos y para ello, una de las mesas redondas del curso, versará sobre las experiencias que se han desarrollado en ciudades como Cáceres, Toledo, Évora o Castelo de Vide, entre otras.
Finalmente, José Carlos Salcedo ha explicado que, de momento, hay una veintena de alumnos matriculados en este curso que provienen del mundo estudiantil pero también están algunos economistas, arquitectos o profesionales interesados por la gestión patrimonial.
Salcedo ha señalado que el curso pretende ahondar en la necesidad de catalogar y proteger el patrimonio de Guadalupe, no solo el Monasterio sino el casco antiguo y otros muchos monumentos de la zona, para convertir la puebla en un destino turístico importante. Para ello, los expertos abogan por desarrollar el Plan General Municipal (PGM) para diseñar el urbanismo y también redactar el plan de gestión del patrimonio que determina la Unesco.
Precisamente, el representante de la Secretaría General de Cultura ha recordado que desde la Junta de Extremadura se redactaron hace unos años varios planes directores que afectaban a algunas localidades extremeñas como Medellín o Guadalupe, entre otras.
Unos planes directores que las limitaciones presupuestarias de las últimas legislaturas no han permitido su desarrollo íntegro aunque, en el caso del Monasterio de Guadalupe, sí se está llevando a cabo la reparación de la cubierta de la basílica y de algunos elementos del camarín de la Virgen y una parte del claustro mudéjar.