En cualquier actividad creativa lo mejor que te puede pasar es que las Musas, casquivanas ellas, te pillen trabajando. Muchos dudarán que esta afición que tenemos algunos de escribir cuatro tontás, que lo son, sea una actividad creativa, pero en contra de su criterio mantengo que sí, que es creatividad y por ende necesita de Polimnia para que nos ayude en nuestra retórica, de Calíope en nuestras elocuencia aunque en nuestro caso es escrito, de Tália cuando nos ponemos cómicos o de Melpómene caso de usar la tragedia.
Esta semana no ha podido ser. Bien pudiese ser exceso de trabajo, bien necesidad de unas vacaciones o “la caló” que atonta y amodorra. El caso que aquí ando a jueves y sin ideas.
Bueno, sin ideas lo que se dice sin ideas…más seco que una mojama de atún en mitad del Sahara. Siempre me queda el recurso de ir contra don Mariano pero como para destacar su incapacidad manifiesta de diálogo se basta y sobra solo…
Me queda una bala en la recámara y es ¡Cómo no! Mi cada vez mayor incomprensión de este país al que cada vez me cuesta más reconocer como propio.
Qué razón tenía Ortega al hablar de las masas, qué razón Machado en lo de que sólo 2 de cada 10 piensa… ¡Cómo puede alguien alegrarse de la muerte de otra persona ¡por muy contraria que sea a tus intereses! ¡Cómo puede alguien insultar a otro y quedarse tal cual!
Don Mariano con muy mal criterio, quitó Educación para la Ciudadanía. Espero que tras los últimos dimes y diretes, campañas a favor de privilegiados, tras ver la programación de las distintas televisiones, tras comprobar el más que mínimo nivel intelectual, social, político, moral y ético de gran parte de la sociedad vuelva esa asignatura a las aulas pero además que vuelva con varios capítulos dedicados a la urbanidad y buenas costumbres. Bien pudiera ser que si desde pequeñitos empezamos a enseñar al personal cómo es nuestra Constitución, cómo funcionan las Cámaras, cómo se conforma Gobierno, cómo distinguir lo correcto de lo incorrecto, enseñar a respetar las distintas creencias, enseñar buenos modales y educación, cómo vestir y ¿por qué no? Cómo poner una mesa, tal vez dentro de 20 o 30 años tengamos una generación que sepa pensar primero y actuar después, que sepa que según qué vestuario, manifestaciones o actitudes pueden resultar ofensivas para otras personas.
¡Mal vamos si no ponemos remedio!
