Algo que nos separa muchísimo a vascos y gaditanos es el clima. Y no estoy resolviendo ningún misterio.
Bueno, la lluvia y todo lo que ello conlleva. Gracias a este video de Euskadiz me he dado cuenta de muchas cosas.
Para empezar, lo que nos condiciona el clima donde crecemos. Parece una tontería, pero yo he crecido bajo el sol. Recuerdo ir casi toda la vida al instituto en moto, o me recogía mi padre del cole en moto. ¿Eso por qué es? Porque no llovía. Además, siempre hacía deporte en el patio del colegio, y nunca me planteé si el fin de semana iba a hacer bueno o no.
Simplemente la lluvia te sorprendía un día, y es verdad que ese día se paralizaba la vida. No sé por qué pero mi recuerdo de la lluvia siempre ha sido que diluvia. Igual en Cádiz también llueve “chirimiri” pero la verdad es que mi recuerdo es de “llueve con ganas”, y si a eso además le sumamos que normalmente en Cádiz hace viento… Pues ya ni te cuento las pocas ganas de salir de casa. El caso, que el sábado que caía que llovía (que podía ser perfectamente una vez en todo el invierno) pues no se salía.
Tampoco hacía falta mucho que hablar, se sobreentendía que no iba a haber nadie por la calle, y que era una tontería salir de noche. Será por días en los que no llueva para salir…
Pero mi concepto ha cambiado completamente viviendo en Bilbao. Aquí nadie se plantea salir o no salir porque esté lloviendo. Y tiene sentido, porque claro, si no sales el día que llueve, convertirte en autista es muy fácil.
Me sorprende mucho ver cómo los vascos toman cervezas con sus pintxos en las mesas de fuera mientras llueve. No es que fumen mucho (porque son la mayoría deportistas) pero si que se parecen a los gaditanos en el sentido que les encanta “vivir la calle”, pero volvemos a las diferencias. Si un gaditano ve que está lloviendo, y quiere fumar… Sale, se fuma el cigarro y vuelve al interior “porque aquí se está mas calentito pisha”. Estoy segura.
Y el tener el privilegio de haber vivido en las dos ciudades, me da la potestad de hablar con propiedad de cuánto nos diferenciamos y nos parecemos. No quiero destrozar el video para aquellos que no lo hayan visto… Que por cierto, os lo voy a dejar aquí:
Pero a mí no me parece ni medio normal que se salga a correr con el suelo que resbala. Y ya lo de resbalarse es lo de menos. ¿Cómo puede ser posible que tengan ganas de correr? ¿Tanta necesidad tienen de hacer deporte como para salir a la calle? ¿No pueden pagar un gimnasio? Hombreee venga ya. Yo no tengo ninguna intención de hacer deporte, pero si la tuviera, con mal tiempo desde luego mi única opción es ir a un gimnasio.
Lo cierto, es que para mi los vascos siempre son un poco “guerreros”. No sé por qué, quizás porque son muy deportistas, porque los veo “brutos”, porque cortan troncos, o porque levantan piedras, pero los veo fuertes. Y el rollo de que corran bajo la lluvia, me hace ver que si que es verdad mi teoría de que son super heroes. Pero vamos, que sigo pensando que no hay necesidad.
Y lo que me ha parecido una pasada es conocer a mujeres como Lourdes, la dueña de la tienda. Me encanta la gente que tiene pasión por lo que hace. Se le nota cuando habla cómo disfruta cada día con la profesión que heredó de su abuelo. Mira que detesto la lluvia, pero tengo que reconocer que me compraría aquel paraguas doble de flores. La verdad es que si se puede presumir como una princesa, la tormenta como que va desapareciendo…
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