En España y en nuestra región nos hemos centrado en el populismo representado por nuevos partidos como Podemos, pero ojo C`s también se ha aprovechado del malestar de la mayoría, de la clase media, que en definitiva ha sido la que más ha sufrido la crisis, y es esta clase media la que ha producido el germen del populismo.
Pero fuera de nuestras fronteras también se han dado casos de populismo, que al tocar a países más ricos se les ha hecho mas caso. El brexit o el showman Donald Trump, son también productos del populismo.
Hace no mas de cuatro años, el populismo se representaba con manifestaciones, “caceroladas” o ruido sin más a las puertas de bancos, sedes o domicilios de algunas personas, y aunque se tenían en cuenta, el FMI, el Banco Central Europeo, Alemania y EEUU se reunían prácticamente en secreto para tomar medidas anti-crisis y de paso para que el ruido de los populismos no interfirieran.
Pero el populismo se ha hecho voto, el populismo se ha metido en la política doméstica de muchos países fuertes y ahora el FMI ha declarado que las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes para satisfacer las necesidades de las clases medias, que son las que dan estabilidad a las naciones desarrolladas. Dicen sin tapujos que es necesario un reparto mayor de la riqueza, y que ésta no se puede distribuir sola, involucrando así a todos los países, para que se fortalezca a la clase media, para que recupere poder adquisitivo, recupere confianza en la economía de su país y por tanto, recupere la confianza en su propia vida.
Los populismos deben ser tenidos en cuenta para que sirvan de alarma a una situación insostenible pero deben ser temidos si dejamos que éstos en sus ansias de ir contra el que ha producido el problema nos los resuelvan, ya que no sabrán como hacerlo puesto que cuando quieran entender que es lo que necesitan las clases mas desfavorecidas por la crisis, que necesitan recuperar, se habrán cargados los instrumentos que debían de utilizarse para recuperar el nivel de bienestar anterior a la crisis.
Así en mi modesta opinión, la directriz dada desde el FMI esta semana creo que es uno de los pasos más firmes y sinceros para salir de una crisis sin precedentes solo equiparable a la “gran depresión” de los años 20 y 30 del siglo pasado, y todos sabemos lo que aconteció en el mundo en las siguientes dos décadas.