La Facultad de Educación de Badajoz ha acogido un acto académico en el que se ha investido como doctora 'Honoris Causa' por la Universidad de Extremadura (UEx) a la secretaria general de iberoamericana Rebeca Grynspan, quien ha abogado por desarrollar sistemas de formación "más versátiles" y "capaces de adaptarse a las necesidades actuales de la economía y la sociedad".
Grynspan ha hecho estas declaraciones en este acto que ha contado con la presencia del rector de la UEx, Segundo Píriz, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra; y de la consejera de Educación y Empleo del Ejecutivo autonómico Esther Gutiérrez Morán, entre otras autoridades, así como el catedrático emérito de Psicología Florencio Vicente Castro, encargado de la 'laudatio'.
Durante su intervención, Rebeca Grysnpan, que se ha confesado una "aliada incondicional de la educación" por "la abrumadora evidencia del aporte fundamental e insustituible que tiene la educación, en todos sus niveles, al desarrollo de los pueblos", ha explicado que a lo largo de su carrera profesional, primero desde el gobierno de Costa Rica, después desde Naciones Unidas, y actualmente desde la Secretaría General Iberoamericana, ha visitado más de 80 países.
"He visto prosperar a muchos de ellos, y les aseguro que no sería capaz de señalar un factor común más determinante en sus historias de éxito que el de la apuesta por la educación", ha señalado, para añadir que, según la Unesco, cada año que se añade a la formación promedio de la población reduce los niveles de violencia, mitiga la desigualdad y consolida el estado de derecho al tiempo que incrementa el crecimiento económico.
Para la secretaria general de Iberoamérica, la educación superior es "especialmente importante en este sentido" y diversos estudios muestran una "relación causal" entre la apertura de universidades en un territorio y el crecimiento de la renta per cápita de sus habitantes, así como entre el porcentaje de titulados universitarios de un país y el nivel de confianza social, la igualdad de género, y la participación democrática de su ciudadanía.
Ha agregado, además, que las universidades están llamadas a cumplir un rol en dos esferas, la utilitaria y la moral, y deben dedicarse a la formación profesional, "a través de una educación más flexible y dinámica, diseñada no para el hoy sino para el mundo del mañana" y también "mantener y profundizar su contribución al progreso ético y democrático de nuestros pueblos".
TRES GRANDES RETOS
A este respecto, Grysnpan se ha referido a tres "grandes retos", la disrupción tecnológica, la globalización y la amenaza del populismo xenófobo, y ha comentado en relación al primero que en el año 2030 más de la mitad de los puestos de trabajo actuales habrán sido automatizados o habrán quedado obsoletos y que a nivel global existe una "enorme brecha" entre las competencias adquiridas por los egresados y las que demandan los mercados.
"Entre el 50 por ciento y el 60 por ciento de las empresas de Europa y América Latina afirman no encontrar trabajadores con las competencias que necesitan", ha lamentado Grynspan, que ha abogado por desarrollar sistemas de formación "más versátiles, capaces de adaptarse a las necesidades actuales de la economía y la sociedad".
De este modo, ha preguntado a los asistentes cómo se puede educar a los jóvenes "sabiendo que el 60 por ciento de ellos acabará desempeñando un trabajo que aún no existe" y ha replicado que, aunque "no es un reto fácil", tres claves "parecen emerger de la experiencia en distintos países", siendo la primera de ellas, en su opinión, avanzar hacia un modelo de universidad que combine la transmisión de conocimientos con el desarrollo de habilidades transversales.
La segunda clave pasa por posibilitar el aprendizaje a lo largo del ciclo de vida y la tercera por la adaptación "a las disrupciones tecnológicas" y por "educar en la innovación", según la doctora Honoris Causa de la UEx, que ha abogado también por fomentar la cultura emprendedora entre los estudiantes e investigadores, promoviendo la creación de 'spin-offs' y 'startups' universitarias, estableciendo canales de financiación, "y reconociendo este tipo de labores a nivel curricular".
GLOBALIZACIÓN Y FORMACIÓN CÍVICA
En materia de globalización, ha asegurado por otro lado que, para que los estudiantes sean competitivos hay que proporcionarles una formación más global ampliando las lenguas y contenidos de las titulaciones "para que abarquen las realidades económicas, científicas, jurídicas y culturales de otras regiones" o aumentando el intercambio de docentes y alumnos.
También ha apostado por "la formación cívica para un mundo globalizado" y ha lamentado al respecto que en los últimos años se ha visto "con preocupación" un aumento del malestar social y la "desafección política" en algunos países de Occidente.
"Y, con ellos, el retorno de retóricas y prácticas que considerábamos desechadas, populismos xenófobos y nacionalistas, que se alimentan del sentido de vulnerabilidad que genera una era de cambios, para prometer un viaje de regreso al pasado", ha indicado, para matizar que se trata de una "amenaza" que se debe "combatir" desde los gobiernos, empresas, sociedad civil y las universidades.
LAS UNIVERSIDADES
Sobre las universidades ha agregado que están "llamadas a desempeñar un papel protagonista en la protección" de las democracias liberales, a través del fomento al pensamiento crítico y la transmisión de valores dado que "no basta" con formar biólogos, médicos, abogados y poetas y se necesita "ante todo formar ciudadanos críticos y libres", así como "éticamente comprometidos, conscientes de las implicaciones de sus decisiones en la vida de los demás y en el tejido social".
Por último, Rebeca Grynspan ha defendido que, si se quiere que las nuevas tecnologías y la globalización "eleven" nuestra civilización "a nuevas cotas de desarrollo y bienestar", hay que asegurarse de que la universidad "sea capaz de dirigirlas y de adaptarse a ellas".
"Los tomadores de decisión debemos comprometernos a contribuir a este proceso. Al fin y al cabo, somos conscientes de que el futuro del planeta no depende únicamente de tendencias macroeconómicas o del comportamiento de los gobiernos: al final del día, es en las aulas en donde se gesta la realidad que vendrá", ha puntualizado Grynspan, para quien este doctorado le "compromete aún más".
Así, lo ha recibido como un reconocimiento a todas las instituciones y a todos aquellos que en su carrera pública le han permitido contribuir al bienestar colectivo, por lo que ha agradecido a la Secretaría General Iberoamericana y, en concreto, a la Universidad de Extremadura, que con esta distinción les "da un respaldo intelectual y un apoyo institucional valiosísimo" para seguir trabajando en el objetivo de "mejorar la vida de los iberoamericanos y mantener viva la capacidad de soñar con un mundo mejor".