El portavoz del PSOE de Extremadura y secretario general del PSOE provincial de Cáceres, Miguel Ángel Morales, ha señalado que el hecho de que el PP no haya hecho dimitir al "franquista" Juan Antonio Morales y que "festeje" las declaraciones de un "machista" como José García Lobato supone "un paso atrás para la igualdad, la convivencia democrática y la decencia política".
Así lo ha indicado Morales en referencia al diputado regional del PP y al alcalde de Almendralejo, respectivamente, este sábado en Plasencia durante la inauguración de las Jornadas de Igualdad organizadas por el PSOE de la provincia de Cáceres, que han contado con la participación, entre otros, de la portavoz de Igualdad del PSOE en el Congreso de los Diputados, Ángeles Álvarez.
Miguel Ángel Morales ha señalado que es "complicado avanzar en materia de igualdad si partidos como el PP conviven con personajes que reciben premios del franquismo y con alcaldes que insultan a una portavoz socialista por ser mujer", según recoge el PSOE en una nota de prensa.
El portavoz socialista ha agradecido a Ángeles Álvarez su asistencia, "siempre dispuesta a defender la igualdad en cada momento de su vida, tanto en la vida política como personal". "Es un orgullo para todas y todos los socialistas", ha señalado.
"La gran bandera del socialismo es la igualdad y no podemos parar ni un segundo en avanzar hacia la igualdad real. El gobierno de la Junta de Extremadura es paritario, nuestras listas son cremallera y mujeres socialistas ocupan lugares de relieve en el ámbito donde se toman las decisiones que afectan la vida de la gente. Pero no por ello debemos dormir en la complacencia, sino todo lo contrario", ha señalado.
No obstante, ha dicho que queda "un largo camino" por recorrer en materia salarial así como contra la "lacra" de la violencia machista. Así, ha señalado que se adelantaría "mucho" si todas las fuerzas políticas "creyeran de verdad en la igualdad y no, como el PP de Extremadura que nos obliga a convivir en la vida política con un franquista como José Antonio Morales y con un machista recalcitrante como el alcalde de Almendralejo, José García Lobato, que llamó zorra a la Portavoz del PSOE en el municipio y delegada provincial de educación, Piedad Álvarez". "Y todo esto ocurre sin que nadie del PP exija disculpas y dimisiones", ha añadido.
INTOLERANCIA CON EL MACHISMO
Por su parte, Ángeles Álvarez ha subrayado que el trabajo del PSOE se dirige a "transformar cada parte del sistema que relegue a las mujeres, desde la construcción cultural de género, desde el patriarcado, desde el androcentrismo".
"Hechos vergonzosos como los del alcalde de Almendralejo son un claro caso de connivencia con el machismo", ha dicho, al tiempo que ha añadido que "en la tolerancia más que en nada pero debemos ser intolerantes con ésta y cualquier conducta que atente contra la igualdad de género".
En cuanto a la lucha contra la violencia contra las mujeres, ha reconocido que no todos piensan igual, si bien ha defendido la postura del PSOE, que "trabaja y seguirá trabajando desde la prevención, garantizando seguridad, garantizar protección desde la justicia y desde la condena social y penal contra los machistas, además de ser capaces de reparar la vida de aquellas mujeres que han sido víctimas del machismo".
"Mientras el PSOE cree que el problema es colectivo y, por tanto, atacamos a la totalidad del conflicto, el PP piensa que son hechos individuales y, desde esta óptica es incapaz de construir nada que acometa el fin de la violencia machista".
"Nosotros trabajamos para evitar el problema, para prevenirlo y en eso estamos en desacuerdo con el PP porque es una cuestión ideológica. No se puede ser socialista si no se es feminista", ha explicado Álvarez.
Por ello, considera que en el Pacto se debe hablar sobre "muchas cuestiones que afectan a las mujeres, no sólo el de la violencia de género, sino también de la trata de blancas". "¿Es objeto de comercio el cuerpo de una persona, el cuerpo de una mujer?", se ha preguntado, para responder que si no se es capaz de debatir esto n ose puede "entender el problema desde lo social y también lo económico".
"La explotación del cuerpo de la mujer fija un modelo de comportamiento porque cuando un chaval sale con 20 € a Casa de Campo para echarse un polvo, está estableciendo un modelo de relación con las mujeres y no podemos permitirlo", ha apuntado Álvarez.
Por ello, en el Pacto Contra la Violencia de Género se está "identificando todo lo que funciona mal para tratarlo, corregirlo y rehacerlo dentro del marco legal", dado que se necesitan "mejores instrumentos de trabajo y mejor preparación".
"Será fundamental para el PSOE en este pacto, la recuperación y para ello son esenciales los ayuntamientos porque allí lograremos prevenir. Necesitamos personal formado, algo que el PP destruyó, reduciendo a la mitad el personal destinado a violencia de género. De este Pacto Contra la Violencia de Género debe salir lo que nadie pueda tocar, gobierne quien gobierne. Tenemos que construir un pacto a favor de la igualdad".
MÁS DIFÍCIL SER MUJER Y POLÍTICA
Por último, la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, ha dicho que la dignidad como mujeres "está en juego" hoy más que nunca. "La lucha que nos espera a las mujeres en particular y a la sociedad en general será tremendamente compleja en los años que se avecinan".
"La era Trump traerá consigo la legitimación, como discurso dominante, de la mujer como objeto, de la mujer como florero, de la mujer como un ente que debe aportar su feminidad a las bravuconadas de un presidente que nos desprecia por ser mujeres", ha asegurado.
"Parece ser que el mundo es más naturalmente receptivo a los hombres como líderes y representantes políticos que a las mujeres que dan su vida por liderar las transformaciones que su sociedad necesita. De nosotras se sigue esperando que seamos madres y amas de casa. La política, cuando atendemos a la persecución que sufren en nuestro país cada mujer que sobresale, parece ser cosa de hombres en cuando a la verbalización y construcción lingüística en torno a cada una de ellas", ha afirmado Blanca Martín.
"Cuando leo comentarios que adjetivan en vez de construir un pensamiento, en torno a Susana Díaz, Elena Valenciano, estos días Piedad Álvarez, o Rita Maestre y Manuela Carmena, lo que reconozco es un machismo cultural utilizado, incluso, por algunas mujeres que ayudan a seguir manteniendo el rol que se nos supone".
"Ser mujer y política es mucho más difícil que ser hombre y político porque, casi siempre, la primera crítica que recibe una mujer política es machista y la que recibe un político es, sin embargo ideológica", ha reflexionado.
