Badajoz y sus irrefrenables ganas de dejar atrás la pandemia

Tras más de un año en el que el mundo ha sufrido una terrible pandemia, una de esas que veíamos en las pelis y leíamos en los libros y que parecía algo imposible en nuestra sociedad tan médicamente avanzada.

Pues sí, contagios masivos y muertes por más de 100.000 en nuestro país, con una Extremadura duramente golpeada por la covid-19.

Además del impacto sanitario, todos hemos padecido la adaptación a unos nuevos hábitos desconocidos que han ido desde el lavado de manos, pasando por el uso de la mascarilla, a prescindir de esos abrazos y cercanía tan propios de nuestro carácter extremeño.

En este sentido, hemos dejado de ir al fútbol, se han suspendido nuestras más populares fiestas y todo tipo de eventos. Impensable todo hasta que llegó ese “bicho” que, o no nos dejaba salir de casa o nos obligaba a volver a ella a tempranas horas.

Sin embargo, este fin de semana, la ciudad más cosmopolita de Extremadura, como es Badajoz, ha retomado una normalidad inusual hasta esta fecha. La capital pacense ha recuperado su Mercado de Antigüedades, la calle Menacho ha lucido  sus mejores galas con artistas incluidos, el Nuevo Vivero ha ofrecido sus más de 14.000 localidades y la hostelería local ha colgado el cartel de “lleno”. La agradable temperatura, todo hay que decirlo, ha sido la cómplice perfecta para la vuelta a la vida de una ciudad a la que el virus dejó malherida.

Así, se cierra este domingo un fin de semana frenético de actividades y de ganas, de muchas ganas de pasar la página más horrible de reciente historia mundial que, como poco, nos ha dejado el hábito de usar la mascarilla y aproximarnos lo justo a los demás.