- La portavoz de Unidas Por Extremadura considera que el paquete aprobado ayer en el Consejo de Ministros es insuficiente y advierte de que los 20 jornales son todavía excesivos “porque este año va a ser muy difícil trabajar en el campo”
- De Miguel ha pedido a Agricultura una moratoria para nuevos regadíos, que se excluya de las ayudas a los cultivos en superintesivos o, entre otras cuestiones, que se aumente la partida dedicada a los seguros para las explotaciones medianas y pequeñas
Unidas Por Extremadura celebra las medidas adoptadas ayer en el Consejo de Ministros para hacer frente a la sequía, aunque la portavoz del Grupo Parlamentario, Irene de Miguel, ha manifestado en la Comisión de Agricultura de la Asamblea que son “insuficientes”. “Esperábamos que la rebaja de los jornales fuera mayor -ha asegurado- porque la sequía va a afectar mucho a los cultivos más sociales, como los de la fruta, y como este año va a ser muy difícil trabajar en la campaña, creemos que 20 jornales son todavía excesivos”.
De Miguel, además, ha mostrado su preocupación por la situación en la que se van a encontrar las personas, sobre todo mujeres, que trabajaban en la industria agroalimentaria transformadora. Por eso, ha pedido al director general de Agricultura que se ponga en marcha un Plan de Formación remunerado, “con una duración equivalente a los contratos que tuvieron el año pasado, y que compute a los efectos en el régimen de cotización y demás derechos del Sistema de Seguridad Social”.
La líder de Unidas Por Extremadura exige, además, que, ante la escasez de agua, la Administración haga una propuesta a las comunidades de regante para que en el reparto de agua “se prioricen los cultivos sociales, y especialmente aquellos asociados a procesos agroindustriales con sede en Extremadura”. “También se deberían priorizar -ha añadido- las explotaciones familiares pequeñas y medianas que tengan como única fuente de ingreso la actividad primaria”.
De Miguel ha insistido en que éstas son solo algunas de las medidas que se pueden llevar a cabo para hacer frente a los efectos de la sequía esta campaña, pero ha advertido de que, según el panel de expertos del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático, “el futuro de España va a estar asociado a la sequía si no se ponen remedios urgentes para ello”. Por eso, la portavoz ha exigido que se establezca una moratoria indefinida a la ampliación de nuevos regadíos “con el objetivo de proteger a los regadíos históricos que ya están funcionando en Extremadura”. “Apostar por nuevos regadíos nos parece una insensatez”, le ha dicho al director general.
Por otro lado, la también presidenta de Unidas Por Extremadura ha instado a la Administración a que proteja a la agricultura social y familiar de la sequía, y para ello considera que se deben evaluar las concesiones de las superficies regables, “ya que esas concesiones, la mayoría de ellas dedicadas al cultivo superintensivo de olivar y almendro, han incrementado la producción, pero también han tensionado aún más las zonas regables”. De hecho, De Miguel ha asegurado que estas explotaciones están en manos de grandes corporaciones o grupos de inversión, “que nada tienen que ver con la agricultura ni con el territorio, y que están dificultando el acceso a la actividad agraria a los jóvenes agricultores”.
Por eso, y para proteger a la agricultura social y familiar de Extremadura, ha solicitado que se excluyan de todas las ayudas y subvenciones para la transformación o modernización de nuevos regadíos a los cultivos intensivos; que se intensifiquen las campañas divulgativas para la contratación de seguros integrales; que se aumente la partida dedicada a los seguros agrarios para los titulares de explotaciones agroganaderas medianas y pequeñas; que se diseñen programas formativos dedicados a los agricultores para concienciar sobre el uso sostenible del agua en el sector primario; o que se valoricen las producciones actuales de secano mediante distinciones de calidad en el etiquetado.
“Tienen mucho margen de maniobra desde la comunidad autónoma -ha asegurado- para implementar estas cuestiones y proteger, así, a la agricultura social y familiar”. “Está en sus manos, no se queden de brazos cruzados o rezando para que llueva”.