No es el primer estudio de la cesta de la compra que hacemos, pero sí es el más determinante para conocer en qué situación nos encontramos. Para realizar la comparativa de precios, en primer lugar, hemos separado los alimentos envasados de los frescos. En nuestra cesta de productos envasados, la diferencia entre el establecimiento más barato de nuestra región y el más caro, alcanza un 28%. Eso quiere decir que, con cada cuatro cestas compradas en uno, podemos adquirir cinco en el otro. Es curioso comprobar que esta enorme diferencia no es fruto de que todos y cada uno de los productos de la lista sea más caro, sino que, en algunos en concreto, la diferencia sí es muy alta, como sucede, por ejemplo, en el aceite de oliva virgen extra, donde el precio más bajo por un litro es de 4,13 euros y el más alto, 6,99: casi un 70% más.
Además, nuestra cesta de la compra incluye trece productos frescos (fruta, verdura y carne). Antes de desgranar los resultados del estudio, debemos señalar que no hemos visitado ninguna frutería o carnicería de barrio, aunque hemos detectado en otras ocasiones que los precios suelen ser más bajos que en los supermercados o hipermercados. Por eso, le aconsejamos que, antes de llenar todo su carro en el mismo establecimiento, visite a su vecino el frutero o al carnicero de la esquina, y compare precios y calidad. En cualquier caso, el ahorro puede ser espectacular. Por ejemplo, el kilo de tomate en rama español, lo hemos encontrado por 1,90 euros y por 3,90 euros: más del doble; el de pimientos verdes, por 1,69 euros y 2,99. Y algo parecido sucede con la lechuga, las manzanas o las naranjas.
Ya vemos que la diferencia de precios entre distintos establecimientos puede llegar a ser espectacular. Pero lo que buscábamos en este estudio, visto los niveles de inflación que está soportando nuestra economía, era comprobar si la impresión que todos tenemos sobre la subida de precios generalizada se ajustaba a la realidad o no. Y vaya si se ajusta.
En julio de 2020, publicamos un estudio en el que comprobábamos los precios de una serie de artículos de alimentación y droguería para finalizar determinando que, casi en todos ellos, lo más económicos era acudir a un comercio de proximidad. Hoy, aprovechando aquellos datos, hemos estudiado los precios que tenían entonces los 10 productos que coinciden con nuestra cesta de la compra habitual y comprobado su evolución. La conclusión es espectacular, pues entre julio de 2020 y abril de 2022, es decir, en menos de dos años, esta cesta ha subido nada menos que un 33%; pero es que, si nos fijamos sólo en los productos frescos, es todavía peor: 38%.