En este sentido, considera el sindicato que sin una reactivación de la demanda de las familias "no es posible la recuperación", por lo que ha apuntado como "imprescindible que los salarios aumenten en términos reales en este momento".
De esta forma valora UGT, a través de nota de prensa, los datos del IPC conocidos este jueves, y que revelan que los precios han bajado en Extremadura un 0,6 por ciento el pasado mes de diciembre respecto al mes anterior y la tasa interanual ha descendido un 1,2 por ciento.
UGT considera que la caida del IPC, en diciembre y en los últimos doce meses, agudiza "la ya asentada negatividad de la inflación en la región", "poniendo de manifiesto dos aspectos de la realidad económica": los efectos del "hundimiento coyuntural" de los precios del crudo y el "escaso dinamismo de la demanda, fundamentalmente del consumo, con una inflación subyacente que permanece congelada en el 0%".
"Por más que se quiera vender como una ventaja esta caída de los precios en términos de poder adquisitivo", lo cierto es que este nivel negativo de inflación "es un síntoma añadido de que la recuperación no se ha asentado ya que muestra su fragilidad", opina UGT.
"La inflación sigue siendo mala incluso cuando es poca o ninguna", señala UGT, que reivindica una política de rentas que "debe adecuarse a la nueva etapa del ciclo económico y a las necesidades de reactivar la demanda y la creación de empleo", lo que exige que los salarios "ganen poder de compra, tras haber sufrido una fuerte contracción desde 2010", el salario medio por trabajador ha perdido 7,1 puntos de poder de compra.
Por ello, señala que la "mejora salarial debe estar en el centro del contenido de un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que debiera cerrarse antes de fin de mes".