En la dehesa extremeña

Hoy os escribo muy temprano desde la Dehesa Extremeña tan maravillosa y tan pura.

Salí a las 7 de mañana, siempre donde el corazón me lleve, y me encontré por casualidad con Adolfo Maestre que se marchaba al campo a ver su piara de cerdos ibéricos puros alimentados con bellota.

Así que tras su invitación a viajar a La Matilla…, aquí estoy con mucho respeto. Son una gran piara y quizás puedan morder, aunque los trabajadores del campo me dicen que no me preocupe, porque son muy inteligentes y saben más que yo. Es curioso observarlos.

Como esta mañana estoy de descanso, he dejado en casa el horno puesto con una pierna de cordero a baja temperatura, 70 grados, metida en una bolsa con un poco de aceite de Gata-Hurdes, hoja de laurel, dos ajos crudos machacados, un poco de romero verde y medio vaso de vino tinto de un pueblo cercano a Cáceres que se llama Sierra de Fuentes, con una de las bodegas más pequeñas de nuestra región donde cuidan todo el proceso al detalle. La bodega es muy pequeña, pero el vino es muy grande, de nombre CHABT, 16 meses en barrica un tempranillo con personalidad le vendrá de lujo a mi cordero y a mi paladar cuando lo tome con un jamón ibérico de bellota de esta misma Dehesa Extremeña donde sigo con mi paseo mañanero que tan bien me sienta y que me quita el estrés.

Se acerca el otoño y necesitaré calor...