Nada mejor que un paseo por los campos extremeño

Hoy me invitaron a una finca inmensa que hay cerca de Albuquerque, los dueños son amigos míos desde hace años y querían que conociera su campo. La finca está llena de animales, vacas, caballos, ovejas y unos cerdos ibéricos puros que se alimentan solo de bellotas y lo que da la tierra. También tienen abejas que dan una miel exquisita, ya tengo un buen tarro en casa, y mucha caza mayor. Paseando con ellos y el capataz, un hombre inteligente gran conocedor todo lo relacionado con el campo, nos explicó, bueno me explico a mí, la gran variedad de setas y boletus que da esa tierra. Nos encontramos con varios jabalíes, yo me asusté un poco pero ellos ni se inmutaron, también muy cerca vimos a un montón de ciervas ¡una maravilla!

Cogimos boletus y los hicimos en una barbacoa que tienen en el cortijo, me tenían preparado un cordero para guisarlo y lo preparamos en un momento, unos pimientos rojos, una cebolla grande, tres ajos, laurel, un poco de tomillo y comenzamos a pochar todo. Luego pasamos el cordero por harina y lo freímos. Después lo incorporamos a la verdura con una cuchara sopera de pimentón de La Vera y media botella de vino blanco, cuando se evaporó un poco añadimos agua y sal y a cocer a fuego suave durante cerca de 45 minutos. La verdad que la señora que cuida la casa, Doña Emilia, también cuidó la caldereta y le añadió unas patatas fritas en dados que estaban tan ricas como el cordero.

Comimos muy tarde y llevé un vino que mi socio Adolfo Maestre me regaló, CHABT de su bodega de Sierra de Fuentes. Un día perfecto con una gran familia, me siento feliz, vuelvo a ser yo.