Y él le preguntó ¿qué es el miedo?
Ella, lo miró largo e infinito.
Terror, ese sentimiento que se le comía las entrañas, con el sonido lento de una cerradura, clic clac.
Pánico, a que un día cualquiera, el odio traspase la frontera del dolor, haciendo que todo se vuelva eternamente oscuro.
Temor, a no volver a verles, perderse todo de ellos. Tener esa incertidumbre de no saber, ni el cómo ni el cuándo, le sorprendería la parca.
Espanto, de verse las marcas que el tiempo borra, que el maquillaje tapa. Sin embargo, no podría suprimir jamás, las heridas de su espíritu, esas no se borran ni se tapan.
Horror, a las frases hermosas, que ella creyó en su día de él. A las palabras hirientes, que ahora él le hacía creer.
Y todo esto cada noche, en aquellos pasos de tacón firme, sobre el silencio aterrado. Pac pac. Roto por el crujir intenso de la puerta al abrirse. Llegaba hasta el lecho testigo mudo, callado. Pac pac. Se acercó, para darle esos besos disfrazados de amor. Helaban su corazón, hasta congelarle el alma. Apenas podía seguir respirando, en un vano disimulo de hacer como que dormía. Intentó dominar las ansias, de salir corriendo lejos. Oyó su voz, que cruel como siempre le susurraba, ¿qué es el miedo?
Lo miró largo e infinito. Con terror en los ojos, pánico en la boca contenida en un grito, temor en las manos agarrotadas, espanto en los pies inmóviles, horror en su cuerpo ya que todo él delata, lo que nunca se atrevía a decirle.
El miedo eres tú.
FIN
Por todas las que por desgracia viven con Miedo.
Relato incluido en mi libro “Los sueños de la tinta mágica”.