Por lo demás la propuesta de listas y candidatos habrá sido más o menos habitual. No se cambia la cultura del pasteleo bajo cuerda de la noche a la mañana. Y sabiendo los nuevos con quien se la juegan se habrán acordado de las veces que han visto aplicar aquello de “al enemigo ni agua” o “el que se mueve no sale en la foto”. El asunto es que ya está el gato en la talega y ahora toda la prudencia es poca. En el plano interno porque “el aparato” está extendido por tantos centro de poder que puede dar un zambombazo en cualquier momento. Que se lo pregunten a Borrell, después de haberle ganado limpiamente a Almunia en aquellas primarias. La artillería pesada de “El País” siempre está preparada para cualquier misión especial y estos chicos tienen muy mal perder. En el plano externo, en lo que es la vida política, esa prudencia se hace necesaria sabiendo cómo se las gasta el Registrador y el equipo de tahúres que le acompaña. Viendo el espectáculo interno en que se ha debatido el PSOE solo era necesario dejarle desangrarse en su propio navajeo. Recordaba a veces los últimos tiempos del pobre Suarez, cuando dijo aquello de “qué tropa”. Por si ello fuera poco tenía de aliado a “El Coletas”, más empeñado en joder al PSOE que en terminar con esa montaña de corrupción de la que habló tres hora el otro día, en el que por cierto, Irene Montero estuvo bastante mejor que él. De manera es que Pedro bien puede extremar la prudencia y no precipitarse, porque si el Registrador viera la cosa negra todavía sería capaz de adelantar las elecciones, ahora que aun están las heridas tiernas. Bien es verdad que si este PSOE sigue firme en la ruta emprendida también podría pasar aquí como en Inglaterra y que la derecha saliera trasquilada.
En conclusión: El Congreso ha estado divertido, nos ha proporcionado placer a los que queríamos ver a la vieja guardia bajada del burro. Ha hecho un cambio de personas espectacular, integrando a otros y demostrando que hay figuras muy interesantes en el equipo de Pedro. También a Extremadura le da un protagonismo que no ha tenido hasta ahora. Vara debe haber recibido una lección importante para que no vuelva a columpiarse como lo ha hecho en esta ocasión. Y seguro que como persona inteligente, dialogante y conciliadora que es sabrá aprovechar esta lección para dar un impulso a Extremadura que buena falta le hace. Si además de todo ello saben integrar a muchas personas que sin ser militantes del PSOE tienen mucho que aportar, el Congreso puede ser un soplo de aire fresco para relanzar un proyecto de auténtica socialdemocracia. De la jerga filosófica, política y estratégica de este nuevo PSOE vamos a tener mucho tiempo para hablar.