Remedios había visto en Francia, Italia, Gracia, etc., cómo los más excelsos quesos europeos, eran sobre todo artesanos, con un alto valor añadido en sus elaboraciones, y cómo en esos países se aplicaban las normas comunitarias con el sentido común que exigía las mejores tradiciones y no con una rigidez que hacía imposible salvar la esencia de la artesanía, de la venta directa y de los mercados de proximidad que suelen acompañar a estos sectores. Explicar eso en España y en Extremadura a un entramado de “funcionarios de carrera”, que son “los que sabían técnica y jurídicamente del asunto”, era como machacar en hierro frío. En unos casos porque eran burócratas cuadriculados y en otros porque se entendían con los que hacían los proyectos más grandes y costosos.
Los políticos (salvo algunas excepciones) eran unos papanatas en manos de este ejército de burócratas, y aunque va calando en la sociedad la lucha contra la burocracia, todavía algunos siguen dependiendo excesivamente de ellos.
De aquí la importancia del Documento elaborado por FACEnetwork y Que-Red, titulado “GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA HIGIENE EN LA PRODUCCIÓN DE QUESOS Y LÁCTEOS ARTESANOS, presentado por Remedios y su equipo en el Parlamento Europeo y aprobado por la Comisión Europea. También Que-Red ha elaborado otro documento importante: GUÍA DE INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS SANITARIAS que ha sido estudiado por un grupo de trabajo en el que han participado las Comunidades Autónomas, el Ministerio de Agricultura y AECOSAN, para su aplicación en España, con el objetivo de aclarar ciertos aspectos de la legislación en materia de higiene alimentaria para lograr una aplicación armonizada de la misma, así como facilitar su aplicación en pequeñas queserías. Pronto será presentado en el Parlamento Español y supongo que finalmente podrán hacerlo también en Extremadura.
Tan importante para una Comunidad Autónoma es que existan buenos empresarios y emprendedores, como que haya expertos que les allanen el camino de su emprendimiento, cuando el aparato político-administrativo al que han de estar sometidos, tiene los vicios y la rigidez del que tenemos en nuestro País.
Este es el valor esencial que para mí tiene Remedios: conocer la práctica y la legislación de países de nuestro entorno; la complejidad de algunos sectores agroalimentarios; la estupidez con la que se aplica a veces la normativa comunitaria; y poner ese conocimiento y trabajo profesional al servicio de tu tierra y tu País. Eso es algo que no tiene precio. Sobre todo si tienes que aguantar a tantos pedantes e ignorantes por el camino.
Haber trabajado con ella ha sido un lujo para mí. A los jóvenes de hoy, a veces obsesionados con los Masters y con las oposiciones para enrolarse en cualquier Administración, suelo ponerles el ejemplo de Remedios. Defender las tradiciones, la artesanía, las economías de pequeña escala, la venta directa y los mercados de proximidad debe ser compatible también con la innovación, con las nuevas tecnologías y con la globalización, si queremos que esta sirva a todos los que habitamos este planeta. Darle valor añadido a algunas producciones artesanas puede ser también otra forma de desarrollar una región. Y luchar contra la burocracia será siempre tarea de gente tenaz, inteligente y generosa, como es el caso de Remedios