Empezó a interesarse por la
cerveza casera como en un juego de amiguetes, que se comunicaban en un Foro y una lista cerrada de correo electrónico. para acabar creando la
Asociación de Cerveceros Caseros de España (ACCE). Pronto descubrió que aquella aficción era un arte complejo que requería información, práctica e intercambios con gente experta. Se hizo con el libro de Kunze,
“La Biblia” de la cerveza para la
Escuela Cervecera de Berlín: y desde entonces ya no paró de viajar, conocer, ensayar y relacionarse con gente sabia de este sector. En 2008 crean la Web Cerveceros
asero.org, y al cabo de un un tiempo necesitaban un hotel para sus encuentros anuales con más 500 personas.
En 2012, tras casi una década de aficionado, empieza a encontrarse seguro de sus conocimientos y planea su pequeña industria artesana. Él diseña su proyecto de pequeña escala y busca al maestro calderero (en Don Benito) que se lo haga, bajo la supervisión directa y continua de él. Así nace su pequeña factoría en Villanueva de la Serena, que en 2013 hace sus primeras elaboraciones, creando dos cervezas: La Castúa (Pale ALE) y La Gusti (una de las primeras cervezas LAGER, artesanas). A finales de ese mismo año inaugura SEVEBRAU TAVERN pensando que los amigos de la cerveza artesana tienen un perfil propio y les gustaría beberla y catarla en su propio ambiente, como así ha sido desde entonces. Hoy tiene ocho grifos y doce variedades y este espacio le permite observar las preferencias y opiniones de sus clientes.
Desde su inicio ha recibido galardones y premios constantemente. Así, tras el de FIAL en Don Benito con la Vinífera (compartido con Colabort de Villafranca) , se han unido otros como el de la Feria de la Cerveza de Trujillo, con la “cerveza fuerte” o de “Abadía”. Sin embargo, uno de los premios más estimados es el recibido por la cerveza IPA, que obtuvo la Medalla de Plata en 2015, en el campeonato de cervezas más importante del mundo, (EBS, European Beer Star) que se celebra en Alemania. Sólo hay cuatro cervezas en España que han conseguido ese galardón y una de ellas es la extremeña IPA de SEVEBRAU.
No es fácil poner en marcha una aventura como ésta, en la que pasas, tras diez años de prácticas, de aprendiz casero a experto elaborador de cerveza; de ahí a diseñador del equipamiento que necesitas para producirla; y de ahí a montar un empresa que haga posible el desarrollo del proyecto con el que has soñado tanto tiempo. Son etapas que un emprendedor va viviendo envuelto en un aprendizaje y riesgo continuo, batiéndose en todos los frentes, ante un público que es el que va diciendo si tu producto merece la pena.
Todo el que haya emprendido algo en esta vida sabe que la financiación se ha llevado por delante muchos proyectos. Que no basta con tener una buena idea y saber desarrollarla. Que hay que disponer de medios económicos para su inicio y para su mantenimiento posterior, aparte de eso que llaman capital circulante que también asfixia a más de una empresa. Seve ha tenido que elaborar la cerveza, innovar, abrir mercados, participar en concursos y batirse con los bancos hasta el día de hoy, en que tiene a seis personas en nómina y se prepara para nuevos retos que le llevarán a ampliar y abrir nuevos establecimientos, dentro de un sector muy especializado, que crece, con las dificultades de todo lo nuevo y con la limitaciones que impone eso que llamamos financiación.
Un tipo que ha sabido aprender una elaboración tan compleja como es el arte de hacer cerveza, que nos legaron las culturas de Babilonia, Grecia y Roma; que ha diseñado sus propias instalaciones; que abre mercados y la lleva por todo tipo de circuitos comerciales y que sigue inventando cervezas; un tipo así sabrá encontrar los recursos financieros que necesita para que la empresa que ha creado lidere desde Extremadura un sector que no ha hecho más que empezar, pero que en algunos países llega ya ocupar el 15 por ciento del mercado de la cerveza.
Acabo de tener una entrevista con un gran empresario del sector de la alimentación y me cuenta que directivos de la Cerveza “Estrella de Galicia” le preguntaron que si sabía quien era el “Severiano ese de Villanueva”. Cuento la anécdota para que le dé ánimos a Seve. Cuando empresarios gallegos tan inteligentes como los de esa marca de cerveza, que ya han hecho tu recorrido, preguntan por ti, no debes amilanarte. Acabarás haciendo algo grande desde Extremadura.
Los viernes y sábados llevamos varios años encontrándonos la gente de la cerveza artesana, como si estuviéramos en un club exclusivo, en el que además un joven cocinero prepara unas tapas de esas que generan dependencia y junto a la cerveza nos convierten en adictos de un ambiente que ya es una cita obligada.
