En la actualidad patria hay temas recurrentes, algunos son como heridas que no acaban de cicatrizar y cada cierto tiempo se vuelven a abrir desprendiendo humores pestilentes. Uno de esos temas es el del afán que tienen algunos partidos vascos y catalanes de, además de separarse de España, anexionarse a otras comunidades limítrofes en pro del engrandecimiento de sus anheladas, y no por ello menos disparatadas, futuras repúblicas.
Su afán de afirmación nacionalista les lleva a reescribir la historia hasta el extremo de que todo parecido con la realidad es pura coincidencia y así, un reino histórico como el de Navarra, resulta que era una pedanía que dependía de vizcaínos iletrados que, por cierto, y más que les pese, eran súbditos del reino de Castilla. Los reyes navarros no existieron, eran lehendakaris que en lugar de corona usaban chapela y parloteaban el vascuence. Por supuesto, eso de que Sancho VI el Sabio fundara San Sebastián y Vitoria es un cuento chino de invención franquista. Claro que si lo que pretenden es volver a crear el histórico reino de Navarra en forma de república abertzale, los vizcaínos se quedarían fuera y, que se preparen riojanos, aragoneses y aquitanos para ser absorbidos por las huestes de D. Sabino Arana.
Los catalanes de la “cáscara amarga” aún han ido más lejos que los hijos putativos de D. Sabino en cuanto a reescribir la historia y no han tenido el más mínimo pudor en catalanizar a Santa Teresa de Jesús, a Cristóbal Colón o al mismísimo Cervantes y a su D. Quijote que resulta que, por lo visto, era de San Sadurní de Noia, mientras Sancho Panza era un payés de remensa del Priorat. Lo que fue sólo un condado dependiente del Reino de Aragón se ha convertido, por arte y parte de una pandilla de chalados, en la cuna de la humanidad y nada hay, en este mundo, que no tenga raíces catalanas, incluso han llegado a afirmar que es el latín el que desciende del catalán y no al contrario. Jaime I que, aunque también era catalán según estos pelachufas, nació en Montpellier (Francia) y murió en Alzira (Valencia), debió cometer una gran equivocación al dar a Valencia y Mallorca la categoría de reinos mientras la actual Cataluña debía conformarse con los condados de Barcelona y de Urgell y, para arreglar tan gran fallo histórico se han inventado la corona catalano-aragonesa que nunca existió. Ahora de lo que se trata es de llevar a la práctica ese engendro denominado paisos catalans donde incluyen, además de a Cataluña, a parte de Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares, el Rosellon y la Cerdeña.
Como pueden observar Cataluña y las Vascongadas que, llevan siglos chupando del resto de España, parece que han mamado de las ubres del nacionalsocialismo y eso de agregar territorios a sus dominios lo llevan en la sangre. La única diferencia está en que, de momento, en lugar de utilizar panzers, usan el dinero y los medios de comunicación públicos para vender en esas comunidades mensajes secesionistas e insolidarios, aprovechándose de que, a los partidos de izquierda de este país, la unidad de España les da urticaria y son tan ilusos que aún no se han dado cuenta de que los nacionalismos exacerbados, a lo largo de la historia, sólo han traído miseria y destrucción.
DB