La respuesta de los “países civilizados” es cerrar los ojos a las causas profundas que son el origen de esa tragedia, al tiempo que crecen cada día más los partidos y movimientos xenófobos y de extrema derecha, ante los que la Europa democrática debe reaccionar urgentemente y definir y adoptar un política migratoria común.
Cuando se habla de actuar en el origen del problema, hay que decir que es muchísimo lo que se puede hacer con un coste despreciable, sobre todo si se compara con el dinero destinado a armamento, o con los beneficios que se extraen de la explotación de los recursos más valiosos del Continente Africano. Y no digamos con los presupuestos que maneja la AECI, muchos de los cuáles se van en burocracia y a veces en corrupción.
Quisiera poner el ejemplo del Proyecto REBIBIR, que realizaron en Mauritania, en la Comarca de BUTILIMIT, a 250 km. de la capital, entre un ingeniero, experto en energía solar, y una ingeniera agrónoma, creando huertos con pozos solares, con el coste despreciable de 18.000 euros cada uno. Con una pequeña ONG y un grupo de amigos solidarios hicieron trece actuaciones. Al cabo de unos años han podido ver con gran satisfacción una foto en Google Maps de una Mancha Verde en esa zona desierta, que son sus huertos con sus pozos solares. Ellos acuñaron la frase de que “cada actuación de esas era una patera menos” No pudieron seguir sus actuaciones ya que al plantearlas al organismo de Cooperación Exterior, era tal la burocracia y los gastos previos que les exigían que acabaron renunciando a ello.
Seguramente que existen otras iniciativas similares que podrían servir también de referencia a la hora de encontrar caminos de actuación de bajo coste, siempre que se disminuyera la burocracia y los gastos innecesarios en los que incurren los organismos oficiales, así como las corruptelas e incluso la corrupción con mayúsculas que suelen acompañarles.
Pongo este ejemplo comprobable para ilustrar a la opinión pública y al nuevo Gobierno de cómo dos técnicos extremeños realizaron en Mauritania una acción ejemplar, que podría desarrollarse en un Plan de Etapas, mediante la comprobación de su eficacia y utilidad, en no pocos países africanos, con la mínima burocracia y moviendo recursos privados y públicos en una escala mayor. Ello podría conducir a una propuesta más ambiciosa del Gobierno Español a la Unión Europea en esa búsqueda de soluciones para actuar en el origen de las poblaciones que huyen desesperadas de la situación tan terrible que padecen en sus países de origen.
Si el nuevo Gobierno de España ha tenido el coraje de intervenir ante este gran problema acogiendo a los supervivientes del barco AQUARIUS, qué buena ocasión sería para proponer acciones de mayor calado en los países de origen. Creo que España está en un momento especial para influir en la Unión Europea con iniciativas que demuestren ir más lejos que la intervención desesperada ante desastres humanitarios, que desgraciadamente van a seguir dándose cada día, porque está claro que las causas de la tragedia de la que hablamos son muchas, y tras ellas se esconden los intereses económicos de las grandes corporaciones que dominan el mundo: industrias de armamentos, petroquímicas, farmacéuticas, mineras, biotecnológicas, etc. No obstante, considero que través de pequeñas actuaciones sectoriales como la que comentamos, para cubrir las necesidades primarias, se puede ir creando una cultura de la cooperación para el desarrollo y un intercambio tecnológico, que esté de verdad al servicio de esas poblaciones que padecen la miseria a la que les hemos sometido durante años y siglos de dominación y robo de sus recursos más elementales.