Las razones del lobo

El lobo siempre encontrará razones y argumentos para matar y comerse al cordero. Eso nos pasa en la sociedad humana, cuando el EGOÍSMO se impone como norma y la ley del más fuerte es la que decide por encima de otras consideraciones.

A los “insaciables” no les gusta hablar de igualdad, de solidaridad, sino de sus derechos a “comerse” al más débil, de su derecho a tener todo y lo mejor, aunque los demás se mueran de hambre o de otras necesidades ya cubiertas para
los más fuertes, y los que tienen el poder y el dinero.

Cuando pienso en algunos de los que quieren cambiar la Constitución que tantos bienes nos trajo y, al menos teóricamente, se acordó de todos, me pregunto ¿qué clase de Constitución querrán los que la quieren destruir para hacerse otra a
su medida? ¿pensarán en la solidaridad, con todos, con la igualdad para todos o pensarán con los argumentos del lobo, que tienen derecho a comerse al más débil y reclamar siempre la parte del león para ellos?. El egoísmo no suele aparecer tan
claro, suele ir camuflado con argumentos más ladinos y con pseudomedicinas para calmar las conciencias, cuando la propia conciencia se rebela.

Hay países y ciudades concretas que separan a los hombres no solo por regiones, sino por barrios. Están, por una parte, los que pueden pagar para que todo esté perfecto y disfrutar ellos mientras otros barrios están en la miseria y no tienen ni luz para verse, ni calles para caminar, ni dónde cobijarse.

Esta actitud no tiene nada que ver con la idea de que la ciudad, la nación, son la casa grande en que podemos vivir todos, con los criterios de solidaridad familiar. Por el contrario, la insaciable avaricia de los que tienen el poder y la riqueza, nos llevaría a la lucha de unos contra otros, de todos contra todos, para que gane siempre el más fuerte. Los pobres hicieron ricos a los poderosos y, según las estadísticas, cada vez hay más ricos y cada vez más pobres, incluso los que trabajan. ¿Qué habrá que hacer? Parece que no existe una razón ni una conciencia para todos, sino una razón separada en cada uno. La conciencia universal es también interpretada con criterios particulares.

Gracias a que al lado de los que piensan con los argumentos del lobo, hay otra mucha gente con plena solidaridad, y que luchan por una sociedad más humana, donde no presida el egoísmo, sino la idea familiar de ayudar más al que más lo necesita. Estoy pensando, entre otros, en Cáritas, en Médicos Sin Fronteras, y en otras ONG’s.

Hay mucha gente capaz de comprender y no solo de dar, sino de darse socialmente.

Soñamos una España justa y solidaria, con trabajo y bienestar para todos, y quisiéramos superar las razones del lobo por argumentos más humanos.